El amor de parejas destinadas.

Leonardo no podía evitar sacar su naturaleza territorial y dominante, no iba a consentir que su luna lo abandonara llevándose a sus cachorros.

— Alejandra, sabes bien que no soy un Alfa paciente, no sigas provocándome, lo importante ahora es que tú salud mejore, debes alimentarte bien, he escuchado que los cachorros hacen tener mucho apetito a la madre. Espera un poco, pediré comida para ti.

La luna quiso replicar pero era inútil, ese lado no no escuchaba, simplemente hacia su voluntad. Pronto fueron llevados alimentos nutritivos a su habitación, ella quiso sentarse para poder comer, lo cierto era que estaba muy hambrienta.

— Dame la charola, comeré yo sola.

— Por supuesto que no, yo te ayudaré. Apenas y te puedes mover, no seas obstinada.

— Dije que yo puedo. No te necesito. — Alejandra estaba muy renuente a que el rey se le acercara.

— Tendrás que soportar mi presencia, no solo te estoy alimentando a ti, también estoy alimentando a mis cachorros, así que abre la boc
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP