Hasta el día en el que muera serás mi luna.
Esmeralda fingiendo ser una loba en desgracia, le mintió a Leonardo diciéndole que la habían diagnosticado con solo seis meses de vida para que no la abandonara, esa beta si que era astuta y se aprovechaba del cariño que él Alfa le tenía porque habían crecido juntos.
Apenas el rey se dirigió a la habitación donde Alejandra estaba, su beta Patricio y su hermano Angelino lo abordaron.
— !Al fin apareces! — El segundo Alfa estaba evidentemente molesto con su hermano.
— Díganme, ¿Cómo está mi luna? Mejor entraré a hablar con ella, espero que ya esté más calmada.
— Alfa... La luna no...
Angelino interrumpió al beta.
— !Evidentemente no está más calmada cuando tuvieron que sedarla por el bien de los cachorros!
— ¡¿Qué dices?!
— Lo que oyes, Alejandra no se calmó, ella no ha desistido en lo que piensa de ti, pero eso a ti parece no importarte, ¿Eh?
— ¡Por supuesto que me importa, no te olvides de que es mi luna, y que son mis cachorros los que están en peligro, voy a e