82

Beatrice regresó con el café en mano, el rostro más cansado que antes, pero aún sereno.

Al ver a Isabelle sentada sola, se apresuró a acercarse.

—Perdón por tardar, querida —dijo, dejando el vaso sobre la mesa—. ¿Todo bien?

Isabelle se levantó despacio.

—Noah salió de donar sangre… pero se desmayó.

Está en observación.

Y James… sigue en cuidados intensivos.

Beatrice se quedó en silencio unos segundos.

Luego asintió, con el rostro sombrío.

—Voy a verlos. A los dos.

No puedo quedarme aquí sin hacer nada.

Isabelle la vio alejarse por el pasillo, con pasos lentos pero decididos.

El amanecer comenzaba a asomarse por los ventanales.

La luz era tenue, dorada, pero no traía consuelo.

Isabelle seguía sin entrar a ver a ninguno de los hermanos.

Solo estaba ahí.

Esperando.

Y entonces, las puertas se abrieron.

Jonathan entró primero, impecable como siempre.

Evelyn lo seguía, con el rostro serio, los ojos buscando respuestas.

—Beatrice nos informó
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App