**Oficinas de The Moore Group – Despacho de Noah**
La luz blanca del monitor iluminaba el rostro serio de Noah.
Elías, su mano derecha, estaba sentado frente a él, con una carpeta abierta y el ceño fruncido.
—No hay registros de compra de veneno en los últimos treinta días —dijo Elías—. Ni en farmacias, ni en laboratorios clandestinos. Nada que nos lleve a Astrid.
Noah se pasó una mano por el rostro.
—¿Y los empleados nuevos? ¿Alguien con vínculos sospechosos?
—Ya revisamos. Todos tienen antecedentes limpios. Pero hay algo raro…
Elías deslizó una foto sobre el escritorio.
—Este proveedor de catering que entró hace dos semanas. No aparece en la base de datos oficial. Y el nombre de la empresa está vinculado a una sociedad que Astrid usó en el pasado.
Noah tomó la foto, la observó con atención.
—¿Crees que alguien la está ayudando desde dentro?
—No lo descarto.
Y si es así… no está sola.
Está jugando con ventaja.
Noah cerró la carpeta con fuerza.
—Entonc