Capítulo 43 – La verdad bajo la ceniza.
POV Martina
Desde la desaparición de Gabriela, el tiempo dejó de tener forma.
Los días y las noches se mezclaban en un mismo lamento, como si el reloj hubiera decidido castigarme con un bucle eterno de insomnio y lágrimas. No sabía si era lunes o viernes. No recordaba cuántas veces había alimentado a Gabriel, ni cuándo fue la última vez que me duché o comí algo que no fuera sopa fría. Todo mi mundo se redujo a un silencio insoportable… al vacío que dejaba una cuna vacía, unos brazos desocupados, un corazón hueco.
Había momentos en que me descubría meciendo el aire, tarareando sin voz, buscando un llanto que ya no existía. El eco de mi hija se había convertido en una presencia ausente que me perseguía incluso al dormir.
Cuando Santiago me dijo que debía marcharse, no le pedí razones. No tenía fuerzas. Solo me quedé sentada en la mecedora de la habitación de los bebés, con Gabriel dormido sobre mi pecho, la mirada perdida en el vacío, sintiendo cómo el amor y el dolor se confundían hast