Capítulo 42 – La cara del pasado.
POV Santiago.
Esa noche casi no dormí. El silencio de la mansión era insoportable. Afuera, los guardias hacían rondas, las luces de seguridad parpadeaban entre los árboles… pero yo sabía que todo eso era inútil. Gabriela seguía allá afuera, perdida, y cada minuto que pasaba era una puñalada nueva en el pecho.
Mi equipo había rastreado cada rincón de la vieja propiedad donde hallamos la cuna vacía, pero no había ni un solo rastro. Era como si el bosque se la hubiera tragado. Martina se estaba consumiendo lentamente. Ya no hablaba, apenas comía, y sus ojos… tenían ese brillo de alguien que se está rompiendo desde adentro. Yo intentaba mantenerme en pie, porque alguien debía hacerlo. Pero el miedo me carcomía. Sentía que el tiempo se escurría entre mis dedos y que cada segundo me alejaba más de mi hija.
Estaba en mi oficina, rodeado de pantallas. Veía por décima vez el video de la figura que cargaba el bulto envuelto en una manta rosa. El rostro cubierto, el andar firme, sin una pizca de