Capítulo 81.
POV Valeria
Lo supe en el instante en que lo vi entrar. Su forma de caminar era distinta, pesada, como si arrastrara un peso que lo estaba consumiendo. Sus ojos estaban rojos, no sé si de cansancio, de alcohol o de rabia, pero me bastó una mirada para entender que traía algo en la garganta que podría destrozarnos.
Yo estaba en la sala, con las luces bajas y un libro abierto que no había leído. Mis dedos jugaban con las esquinas de las páginas, incapaces de concentrarse. Al verlo, cerré el libro despacio, como si en ese gesto pudiera retrasar lo inevitable.
—Tenemos que hablar —dijo, su voz grave, cortante.
Me enderecé en el sofá.
—Lo sé.
Se quedó de pie frente a mí, imponente, como si estuviera a punto de dictar sentencia.
—No quiero rodeos, Valeria. —Respiró hondo, y lo que dijo a continuación me heló la sangre—. Quiero que abortes.
Sentí que el aire se me escapaba de los pulmones.
Lo miré fijamente, buscando en su rostro alguna señal de que estaba bromeando, de que el alcohol todaví