Capítulo 1.Han pasado diez años desde que me casé con Esteban Montero. Una década en la que he vivido convencida de que soy la mujer más afortunada del mundo: tengo una hermosa casa, un jardín que es mi refugio, y un esposo que, a mis ojos, siempre ha sido perfecto. Esteban dirige una compañía de armado de autos, con sede principal en Argentina. Su trabajo exige viajes constantes, pero cada regreso suyo me hacía sentir completa.Dejé mi carrera en contaduría a pocos meses de graduarme para dedicarme a él, para ser la esposa que siempre soñé ser. Durante años intentamos tener un hijo… pero no fue posible. Con el tiempo, y gracias a su aparente apoyo, aprendí a aceptar mi destino. Mi vida transcurría entre el cuidado de la casa, mis lecturas de novelas románticas y mi jardín, ese rincón de paz que me enamoró desde que vimos la propiedad: un pequeño estanque rodeado de flores, con un columpio que él mandó poner solo para mí. Ese lugar era mi tesoro, pero una tarde todo aquello se vino d
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