Capítulo 116.
POV Armando
El mensaje llegó al amanecer. Una dirección escueta, sin adornos: Centro Comercial del Sur. Estacionamiento nivel -2. Solo.
No había tiempo que perder. El plan estaba trazado desde la noche anterior: GPS y micrófono incrustados en un implante dental, el único escondite que Carla no sospecharía. Ella sabía de tecnología, revisaría ropa, zapatos, incluso la piel… pero no los dientes.
Víctor fue el último en revisarme.
—Funciona —dijo, con el auricular ajustado—. Te escucharemos todo el tiempo. Cuando digas “ahora”, entramos.
—No se adelanten —advertí—. Si se precipitan, Valeria muere.
El silencio en el cuarto fue sepulcral. Nadie necesitaba escuchar lo obvio: todo podía salir mal.
Subí al auto. Conducir hasta el punto indicado me parecía interminable. Las manos en el volante estaban tan tensas que los nudillos se me marcaron blancos. Lo único que me mantenía cuerdo era la imagen de Valeria: su risa, sus ojos, el recuerdo de su abrazo antes de ser arrancada de mi lado.
Llegué