Alina llegó al apartamento antes que Zack. Su respiración estaba un poco agitada, pero se esforzó por recomponer su rostro con la mayor calma posible. No debía permitir que ninguno de sus gestos despertara sospechas en Zack. En cuanto la puerta se cerró, se dirigió directamente al dormitorio, dejó el bolso sobre el tocador y se dejó caer sobre la cama. Cerró los ojos con fuerza, fingiendo estar profundamente dormida.

El silencio reinó por un momento, hasta que el sonido de unos pasos se escuchó en la sala de estar. Lentos, pero firmes. Alina reconoció de inmediato ese sonido. Zack.

La puerta del apartamento se cerró con llave. Se oyó el roce de la tela, y la chaqueta húmeda fue colgada en el perchero junto a la entrada. Zack soltó un largo suspiro, sus ojos recorrieron la sala antes de dirigirse a la cocina. No había rastro de Alina allí.

Avanzó despacio hacia el dormitorio. Abrió un poco la puerta y sus ojos encontraron la figura de Alina, aparentemente dormida sobre la cama. Una lig