Capítulo 32. El secreto saldrá a la luz
Zack caminaba de un lado a otro dentro de su habitación del apartamento. Sus pasos tambaleantes parecían no encontrar un lugar firme donde apoyarse. El pecho le ardía, atrapado entre la ira y la preocupación. Estaba decepcionado por la actitud de Alina, pero al mismo tiempo, el temor por su seguridad era más fuerte que cualquier otra cosa.
¿Qué iba a pasarle? ¿Y si ese hombre mayor, el señor Aaron, realmente llegaba a hacerle daño a Alina? Cuando Zack supo que ella estaba completamente ebria, aquel sentimiento arrasó con toda la rabia que había sentido antes. ¿Decepción? Sí. Pero más allá de eso, la preocupación le calaba hondo, oprimiéndole el pecho.
Zack no podía quedarse quieto. Intentó llamarla una vez, dos veces, hasta cuatro, pero no hubo respuesta. Con cada segundo que pasaba, la ansiedad crecía. Sabía que, si existía algo capaz de destruirlo más que cualquier otra cosa, era perder a Alina.
Con una profunda inspiración, Zack tomó su chaqueta negra y las llaves del coche. Sabía