EL ACCIDENTE CON PABLO.
Al salir del baño, escuché ruidos en la otra habitación, no había dudas que había dos personas teniendo sexo de manera fuerte, había jadeos y palabras sucias, demasiado para mi gusto.
Escuchaba a una mujer quejarse de placer y a un hombre dar embestidas fuertes haciendo que golpeara la pared, decían que no se podía dar cuenta nadie de lo que estaba pasando, porque todo el plan se ponía en peligro.
No sabía a lo que se referían, supuse que era Luis que había metido a una mujer a la casa y que por eso me dijo que dormiría en la otra habitación, no lo culpo, conmigo no pasaría absolutamente nada y me daba exactamente lo mismo si se acostaba con una o con treinta mujeres, en algún momento de la noche, todo fue silencio en esa habitación y yo lloraba desesperada, porque en estos momentos si no fuera por Raúl, yo estaría en los brazos de Pablo haciéndole el amor.
Se hizo de mañana, eran tal vez las siete y treinta de la mañana, cuando tocaron a mi puerta, era Luis, necesitaba que nuevamente