DÍA DEL JUICIO.

Ese día, Andrea se quedó con los niños en casa, ella no quería escuchar todo lo que se iba a decir, con ayuda de María, se quedaron consintiendo a los niños.

La primer persona en subir al estrado, fue Gloría, quien habló sobre todos los atroces crímenes que había cometido Raúl desde antes de irse para Inglaterra, relató exactamente como había matado a la madre y los abuelos maternos de Luis, como mató a mis padres con la ayuda de Omar, el mecánico y como Iván, se encargaba de desaparecer los cuerpos que él no quería que salieran a la luz, de cómo asesinó a los padres de Hilda, para quedarse con su dinero, sabiendo que había una cláusula de que si Hilda moría en circunstancias extrañas, la herencia pasaría a la caridad y no a los herederos por derecho.

Al escuchar hablar de la muerte de mis padres, hizo que la sangre hirviera dentro de mí, escuchar como los engañó, era algo difícil de digerir.

Absolutamente todo lo que Gloria decía, tenía su prueba, la señora Hilda, se había encargado de dejar absolutamente todo arreglado para que Raúl no se saliera con la suya; esta señora nos había dejado con la boca abierta a todos en la sala de juicios, se encargó de documentar absolutamente todo.

Cuando el juez le pregunta finalmente a Gloria, a que se dedica ella, la respuesta que dio, me dejó fría.

-Señor juez, tengo aproximadamente cuarenta años que me dedico a investigación sobre los crímenes de Raúl Stell, soy doctora de la universidad del norte, me especialicé en investigación y trabajo directamente con el gobierno del país, ellos me llaman cuando hay casos complejos como este, que necesiten de mi investigación.

Mis ojos se abrieron como platos, todo el tiempo Gloria fingió ser una mujer sumisa y temerosa, pero en realidad, estaba ahí para cuidarme.

Así mismo, presentó las pruebas de cómo Luis mató a Dora, no porque no la quisiera, porque él estaba dispuesto a todo por ella, sino que se dio cuenta de que mantenía una relación con Raúl y que el hijo que estaba esperando era de él, no le perdonó que lo traicionara y la asesinó.

Inés, era una de las chicas que estaban en las casas de prostitución de Raúl, pero Luis se enamoró de ella y la llevó a vivir en una casa lejos de esos lugares de negocio, pero topó con la mala suerte de que vio a Raúl teniendo relaciones con un travesti y por eso le quitó la vida.

Ricardo y Ernesto, los ex asistentes de Raúl, acabaron por hundirlo, presentando todos los documentos de los que tenían copias, de las estafas que había realizado a través de los años.

Cuando nos correspondió a Pablo y a mí la declaración, contamos todas las arbitrariedades que sufrimos a causa de Raúl, tuve que contar algo que nadie sabía, pues tenía mucho miedo de las represarías que se pudieran dar a causa del tema, nadie, absolutamente sabía lo que iba a hablar.

-Señor juez, el señor Raúl Stell, me golpeaba todos los días, me dejaba sin comer varios días seguidos, cuando se dio cuenta de mi embarazo, los golpes cesaron un poco, en una ocasión entró a mi habitación, cuando Luis no estaba y abusó de mí, él me violó y me amenazó con que mataría a la señora Hilda y a mis amigos si yo habría mi boca, es la primera vez que hablo del tema, para mi es algo delicado, pues tuve que superarlo completamente sola, nadie podía saberlo, yo estando embarazada, tuve que hacerme muchas pruebas, porque la manera de martirizarme que encontró, fue decirme que tenía una enfermedad y que mis hijos y yo por medio de la relación sexual, la sufriríamos por el resto de la vida, mi doctor negó completamente que tuviera alguna enfermedad y mis hijos nacieron bastante sanos.

Cuando miré a Raúl a los ojos, no pude evitar que las lágrimas brotaran de mis ojos, me hizo tanto daño, por un poco de dinero y se llevó consigo a su hijo, él pobre creció con una idea errónea y ahora pagaría las consecuencias.

Al ver el rostro de Pablo y de mis amigos como decayó, me sentí culpable por haber hecho esa declaración, pero este era el momento en el que Raúl debía de pagar.

Así se fueron dando todas las declaraciones, cuando el juez dio la sentencia, a todos los involucrados les dio cadena perpetua, cuando Raúl escuchó que pasaría el resto de su vida en una cárcel, me gritaba que lo perdonara.

Esposados de pies y manos, sacaron a Raúl y a Luis de la sala, Luis me miró con ojos de arrepentimiento, y Raúl gritaba que le ayudara a salir de ahí que yo era como su hija.

Por fin ese día sentí que mis padres podrían descansar en paz, salimos de ahí felices, porque se había hecho justicia, Pablo me invitó a almorzar y me abrazó fuerte, pidiéndome perdón por no poderme rescatar de las garras de Raúl, fuimos al cementerio, le llevamos un ramo de rosas amarillas y una roja a mi madre, un ramo de girasoles a mi padre, porque le gustaban mucho y un ramo de claveles rojos al padre de Pablo, los tres estaban en el mismo lugar uno al lado del otro.

Pablo me dejó un momento sola, para hablar con mis padres, tenía mucho de tiempo que no visitaba su tumba, sin embargo, la señora Andrea, se había encargado de que no les faltaran flores nunca.

Caminamos hacia una capilla y vimos la tumba de Pablo, en donde estaba enterrado quien sabe cuál hombre, porque de mi mano estaba el amor de mi vida, más vivo y feliz que nunca.

Así pasó un mes, se acercaba nuestra boda, ya todo estaba listo, cuando de pronto, una mujer llamó desde Bali, no podían ser Antonella ni Dante, puesto que ellos estaban a mi lado, vinieron a acompañarme para la boda.

-¡Hola! Contesté

-¿Tu eres Melina Chu?

-Si, ¿con quién tengo el gusto?

-Soy Manuela, no me cortes, necesito hablar contigo, estoy en una cárcel en Bali, pronto será mi juicio, necesito pedirte perdón, me obsesioné con Pablo, no era mi intención hacerte daño, créeme, de mi parte no tendrás más problemas, conocí a un hombre encantador, que me está ayudando con todo esto, estoy embarazada y me casaré la próxima semana, perdóname Melina, por todo lo malo.

-No pasa nada Manuela, a veces hacemos cosas por impulso, de mi parte, recibirán un regalo de boda, te deseo lo mejor del mundo.

Esa misma tarde, Camilo Vera viajó a Bali, para quitar la denuncia por intento de Homicidio de la que se acusó a Manuela, ella estaba confundida y yo no tomaría medidas contra ella.

-En la mañana recibí un “Gracias Melina por tu regalo, adelantáremos la boda, será mañana, nunca olvidaré lo que has hecho por mí, espero sean felices”.

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