La sala del cóctel brillaba con luces tenues, copas de cristal relucientes y el murmullo constante de conversaciones cuidadosamente ensayadas. Todo estaba preparado para la presentación anual de la Blackwood Corporation, un evento donde los ejecutivos mostraban su poder y prestigio, y donde Adrian hacía evidente que el control no solo estaba en sus manos, sino también en cada detalle del ambiente.
Valeria llegó con un vestido elegante pero discreto, intentando pasar desapercibida, aunque sabía que Adrian la observaba con cada paso que daba. Y como siempre, él estaba allí, impecable, con Isabella a su lado, el contraste perfecto entre el juego público y la realidad privada.
Al verla, Adrian sintió un golpe de celos instantáneo. No era solo Isabella; era el hecho de que todo el mundo podía percibir su cercanía con Valeria, incluso mientras ella estaba bajo su protección y posesión según el contrato. Cada risa, cada mirada hacia ella de cualquier otro hombre, lo desafiaba más de lo que q