CAPÍTULO 58: HERENCIA EN FRÍO
Juliette
Las luces del hospital siempre tienen ese tono que arruina cualquier maquillaje. Camino detrás de la camilla sin soltar el bolso, y de verdad creo que Sonya está mal. La vi doblarse, la respiración cortada, los ojos que se le iban por un segundo.
Me preocupa, pero no es lo que ocupa mis pensamientos ahora mismo. Lo que me nubla la mente es Jacob y esa maldit4 mujer.
No me basta con la palabra “infiel”, no es solo esa mujer; es que ahora salen con que tiene dos niños. Y por cómo lo dijo… “son míos”… me arde me humilla.
Sonya toma aire con exageración, y de pronto baja la mano, busca la de Jacob, él la toma. No lo he visto retroceder un milímetro en todo el día, pero ese gesto sí lo hace parpadear.
—Hijo —dice ella—, si algo me pasa, tú continúas. No dejes caer nada, te paras y sigues. Tu padre lo hizo, tú lo harás.
Jacob aprieta los dientes, no promete nada, pero tampoco la contradice.
—Descansa —dice nada más, y suena a orden.
Una enfermera me pr