CAPÍTULO 13: AMENAZA DE DEMANDA
Elena
—¿En serio vas a hacer esto aquí? —Ethan no levanta la voz; su tono irónico es suficiente.
Jacob le da una mirada de pocos amigos.
—Si te vas, Elena —Su mirada me perfora—, lo pierdes todo. Contrato, dinero y reputación. Y sí, te demandaré. No exagero cuando digo todo.
Una parte de mí tiembla, la otra se incendia.
—Haz lo que quieras —respondo, y por fin lo miro sin parpadear—. Hay cosas más importantes.
—¿Ah, sí? —levanta una ceja—. Nómbralas.
Pero yo no le respondo. Ethan me toma por el codo, apenas.
—Nos vamos —dice.
Jacob no se mueve, solo me observa. Veo en su mandíbula algo parecido a una fisura, pero no estoy segura. Quizá es mi deseo de verlo romperse. Se aparta medio paso, lo suficiente para que pase, no lo suficiente para sentir que me deja ir.
Al cruzar junto a él, susurro:
—Demándame. —No lo digo por valentía. Lo digo porque ahora mismo hay una vida más urgente que todas las consecuencias.
El chofer que consigue Ethan conduce como si c