Valeria apretó los labios, conteniendo la angustia.
—Dios… Angélica siempre ha sido demasiado astuta. Tiene contactos en todas partes. Es capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya.
Amirah cruzó los brazos, pensativa.
—Entonces, si desapareció por voluntad propia, lo hizo bien. Si la hubieran atrapado, ya tendríamos noticias.
El silencio se extendió un instante, cargado de preocupación, hasta que Nico abrió un archivo en la pantalla principal del despacho. Un mapa con marcadores rojos llenó la pared.
—El contacto legal en Roma consiguió las últimas pruebas —dijo con voz grave— Videos, contratos y los registros de las firmas en los convenios entre el gobierno y la empresa de Noah.
Noah presto atención a la pantalla viendo los documentos que se mostraban.
—¿Son las que faltaban?
—Si —respondió Nico—. Las ultimas. En esos documentos aparecen las rúbricas del gerente y de tu abogado. Ellos firmaron a tus espaldas, con el apoyo directo de Biagio. El convenio permitió desviar fo