El murmullo del salón seguía resonando en sus oídos, pero no había tiempo para dejarse llevar. Pronto los lideres fueron llamados de nuevo, esta vez a una mesa de negociación más privada.
La reunión se alargó más de lo previsto. Durante horas, Valeria estuvo sentada entre gerentes, dueños y representantes de Design Art Altiva.
Revisaron contratos, ajustaron cláusulas, discutieron entregas.
Angélica hablaba con un aplomo fingido, intentando recuperar terreno, pero la atención recaía en Mura.
Valeria, agotada, tomó notas y defendió cada punto con serenidad, aunque por dentro vibraba de orgullo.
Mientras tanto, Noah ayudó a las diseñadoras a recoger todo el material, lo cargó en varios viajes hasta la empresa y volvió por más. Su cuerpo estaba cansado, pero su mente se mantenía alerta.
En medio de ese trajín, recibió un mensaje de Nico.
"Revisé a Angélica. Diseñadora con contactos en empresas locales es una mujer ambiciosa, pero nada internacional aún. No encontré lazos con el bajo mu