Capítulo 76
Lilian llegó a su apartamento al caer la tarde. Las luces de la ciudad ya estaban encendidas, tiñendo de un resplandor anaranjado y dorado los ventanales de los altos edificios. En sus manos sostenía con fuerza la caja que guardaba el vestido azul que Daryl le había regalado. A su lado, Gabriel caminaba con pasos pequeños y llenos de entusiasmo.
Acababa de recoger al niño de la casa de Clara. Gabriel había pasado allí todo el día jugando, y aún llevaba en su rostro el reflejo de aquella felicidad inagotable. De vez en cuando, el pequeño dirigía una mirada curiosa hacia la caja grande que su madre cargaba, con los ojos brillando de expectación.
—Mamá, ¿qué es eso? —preguntó señalando la caja, con una mirada llena de curiosidad.
Lilian sonrió con dulzura.
—Es un regalo de un amigo de mamá. Lo verás cuando me lo ponga.
Gabriel frunció el ceño, un poco decepcionado por la brevedad de la respuesta.
—Hmm… yo pensaba que era un juguete para mí.
La risa suave de Lilian llenó el pa