Capítulo 54
Después de dejar a Gabriel en su clase, Lilian se detuvo un momento frente a la puerta del jardín de infancia. Observó a su hijo sentado tranquilamente junto a sus compañeros, con el rostro nuevamente alegre. Su corazón se alivió un poco, aunque la inquietud por el juicio seguía oprimiéndola. Tomó aire profundamente y entregó algunas cosas necesarias —un refrigerio extra y el juguete favorito de Gabriel— a Clara.—Clara, te encargo a Gabriel, ¿sí? —dijo Lilian con la voz entrecortada.Clara le dio una suave palmada en el hombro.—No te preocupes, Lilian. Concéntrate en tu trabajo. Gabriel está seguro conmigo.Apenas había cruzado la salida de la escuela cuando su teléfono vibró. El nombre que apareció en la pantalla la sorprendió: era el jefe de diseño de la empresa donde trabajaba. Rápidamente contestó la llamada.—Lilian, tienes que venir de inmediato a la oficina del señor Daryl —la voz del jefe de diseño sonaba firme—.