Alejandro tuvo severas complicaciones tras la triste noticia, lo que le provocó un derrame cerebral y tuvo que ser intervenido de emergencia, dejando graves secuelas en su salud.
Martina, al enterarse de que su hijo acaba de morir, sentía que el mundo se le venía encima, un enorme nudo se formó en su garganta, quería llorar, quería gritar, sentía que se volvía loca de solo pensar que nunca más volvería a ver a Demian.
Primero había sido Eva, ahora Demian, ¿Acaso la vida no se cansaría de castigarla por sus actos en el pasado? Pensaba con todo el dolor que la embargaba.
Los médicos tuvieron que intervenir para colocarle calmantes por varios días, pues Demian era el único hijo que la vida le había dado y ahora, ya no había rastro de él, pues tal como informaban, los cuerpos se habían calcinado ante el impacto y la explosión que consumió todo lo que había a su alrededor.
Martina sentía que el mundo se le venía encima, no había nada, su hijo no había dejado nada, ella miraba una y