Alejandro se sorprendió ante aquella pregunta, pues pareciera obvia la respuesta, pero ¿Qué tan obvia era en verdad?
- ¿Por qué me preguntas esas cosas, Sebastian?
- Por qué desde que regresaron a México te noto cambiado, te noto distante, este no es el Alejandro que movió cielo, mar y tierra para ir a buscar a Eva y traerla desde el lugar donde estaba.
Si para esto la trajiste, mejor la hubieras dejado ahí, pues tal como me dices, Sergio no la trataba mal, vivía en una bella casa, sus hijos estudiaban, ella estaba en casa cuidando del bebé y el hombre la amaba hasta el punto de matar por ella.
- ¿Te estás escuchando? ¿Acaso no recuerdas que ese maldito mató a tu hijo y mi mejor amigo? -dijo Alejandro molesto.
- Me escucho claro y fuerte, pero tú, ¿Te has visto? Eva se la vive pensando que tú eres su salvador, tú fuiste quien la rescató, tú eres quien cruzó el mundo por ir en su rescate, entonces, ¿Por qué ahora no puedes ni verla?
¿Has pensado acaso que estás siendo muy duro con ella?