Tras cumplir con todos los permisos, Serena, Miguel, Demian, Leo y su equipo, salen en dirección a Cuba, donde tomarán otro vuelo para llegar al Aeropuerto Internacional de Sheremétievo, donde comenzarán a seguir las últimas pistas que Sergio Carrasco dejó.
Leo no está muy de acuerdo con que civiles lo acompañasen, pero en vista de que se negaron a dejarlo solo, finalmente accedió. El vuelo hacia Cuba fue muy rápido y sin contratiempos; luego de ahí les esperaron varias escalas, hasta que por fin el capitán del avión les informó que en 40 minutos comenzarían el descenso.
Tras aquel aviso, Serena y Miguel, tomados de la mano, supieron que estaban más cerca del paradero de su hija.
En el caso de Demian sentía que esto se lo debía a Eva, pues él había permitido muchas cosas de sus padres, tratando de compensar lo que él se negaba a aceptar delante de Eva.
Él sabía que tan pronto pudieran ponerla a salvo, él debía hablar con ella, debía pedirle perdón por no aceptar sus sentimientos