Capítulo 15 — Una noche sin dolor
El día que siguió comenzó con un cielo grisáceo, pesado, como si presintiera que algo estaba a punto de cambiar. Lyra estaba recostada en el sillón de la sala del pequeño departamento de Elián, todavía envuelta en la sensación de alivio y seguridad que había encontrado en su compañía. La luz del mediodía se filtraba apenas entre las cortinas, dibujando sombras suaves sobre su rostro. Su cuerpo estaba cansado, pero su mente, por primera vez en días, se sentía ligera.
Elián se encontraba en la cocina, preparando algo de comer en silencio, moviéndose con precisión y cuidado. Cada pequeño gesto suyo parecía perfectamente calculado para no invadir el espacio de Lyra, pero al mismo tiempo mostraba una atención absoluta hacia ella. El sonido de los utensilios, el aroma del café recién hecho y el leve chisporroteo en la sartén creaban una atmósfera íntima, casi doméstica, que contrastaba con la tensión y el peligro que habían vivido recientemente.
Lyra se inc