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CAUTIVA

CAUTIVAES

Hombre-lobo
Day Torres  Completo
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Reseñas insuficientes
103Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

WerewolfArrogantRevengeFantasyPossessiveSoulmateenemies

Aidan Casthiel, el heredero al trono de los lobos, “El Lobo Oscuro”, es un hombre feroz y una criatura que no conoce la piedad. El lazo más poderoso entre los lobos le fue negado por una maldición, haciendo que jamás pudiera encontrar a su pareja, condenándolo a estar solo para siempre… y se consideraba solo porque una esposa por conveniencia no era una pareja. Aidan está listo para asumir su papel como nuevo rey, precisamente cuando una prisionera desconocida lo lleva a descubrir los secretos más sórdidos, las verdades más terribles, y sobre todo, a recuperar aquello que pensaba que jamás tendría. ¿¡Pero qué mayor maldición que amar a la peor enemiga de tu corona!? Traiciones, asesinatos, e intrigas en las calles más concurridas de Nueva York. ¿Cómo logras odiar a la mujer a la que estás destinado a pertenecer…? Y sobre todo ¿cómo se escribe el amor en medio de tanta sangre?

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Último capítulo

  • CAPÍTULO 103

    Treinta años después —¡Ocho hijos! —exclamó Aidan dando vueltas por la habitación como si fuera una jaula, mientras Rhiannon se doblaba de la risa—. ¡Tenemos ocho hijos y ninguno quiere el trono! —escandalizó girándose hacia su loba—. ¿Cómo puedes reírte en una situación como esta? —Cariño, es que por si no te has dado cuenta, son las tres de la madrugada y estás dando un discurso sublime… ¡en calzones! ¡Así no puedo tomarte en serio! —sonrió ella y Aidan gateó sobre la cama hasta llegar a ella. Le dio un beso rápido que creció con el calor del momento. —Espera, espera… ¡De verdad estoy preocupado! —dijo el rey echándose hacia atrás—. ¡Ya me quiero jubilar, como los humanos! ¡Y no puedo hasta que uno de estos babosos no se ponga la corona! Rhiannon se cubrió la cara con las manos y se aguantó la risa. —Mira, hemos criado excelentes hijos. Todos son responsables y buenos, eso es lo que importa. Prácticamente mane

  • CAPÍTULO 102

    La ceremonia para presentar a los cachorros en el templo de la Diosa fue sencillamente perfecta. Briccia la presidió y tal como Rhiannon quería, los herederos al trono de los lycans fueron llamados Max y Luka.En el jardín trasero de la casa se ubicaron después todas las mesas de la comida, trajeron música y la celebración se extendió en torno a la reina y sus cachorros.—¡Pido el primer año! —exclamó Dimitri después de hacer su brindis y todos sabían a lo que se refería.Cuando los cachorros cumplieran los quince años, tenían que comenzar un viaje educativo por las manadas. Cada Alfa se los quedaría un año entero para entrenarlos en las costumbres de sus manadas y darles un recorrido por sus territorios. Eso era fundamental si querían criar buenos reyes.—Dimitri, tienen dos días de nacidos ¿y t&uacu

  • CAPÍTULO 101

    La noticia había corrido como pólvora. El nacimiento de los herederos se había adelantado y la noticia se había esparcido como pólvora. Para cuando Brennan logró regresar del aeropuerto con Maddox y su familia, ya la comunidad había puesto manos a la obra y organizado la celebración.En cierta medida era un poco gracioso, Rhia gritaba en el segundo piso mientras la doctora la hacía caminar por la habitación, y en el primer piso todos levantaban las copas y bebían. También era curioso que se esperara cierta agresión de parte de la reina como lanzar cosas por la ventana, algunos incluso llevaban sus paraguas.Los Alfas más cercanos fueron los primeros en llegar, pero los otros no se perdieron demasiado, porque quizás por ser primeriza, Rhiannon tuvo un parto realmente largo. A veces andaba por la habitación, se peleaba con Briccia, con la Nana, con la doctora y

  • CAPÍTULO 100

    —¡¿Cómo se te ocurrió, Aidan Casthiel?! —gritó Rhiannon lanzando los caballitos de madera desde la ventana del segundo piso.Brennan abrió los ojos, espantado ante la escena mientras Akela y Aidan salían por la puerta de la terraza, muertos de risa, esquivando los juguetes y cosas que Rhiannon tiraba.—¿Rosa…? ¡¿Rosa?! ¿¡Cómo se te ocurre pintar de rosa los caballos!? —gritaba Rhia—. ¡Tus hijos son los futuros reyes! ¡Los machos alfas de la manada! ¿¡Cómo pintaste los caballos de rosa!?Brennan se aguantó la carcajada mientras le daba un manotazo a Aidan en el pecho.—¿Estás loco o de verdad quieres morir? —lo regañó—. No se molesta a una loba embarazada, menos si está a punto de tener a sus cachorros.—¡Es qu

  • CAPÍTULO 99

    Tres meses después.Briccia cargó a Malía y la vio hacer una pequeña mueca.—¡Maaaaaadddd! —gritó hacia la casa y vio a su lobo saltar sobre la baranda de la terraza, atravesar el jardín corriendo y llegar a la orilla del pequeño lago en menos de veinte segundos.—¿Qué pasó? ¿Están bien? ¿Qué tiene Mala? —preguntó de carretilla.—No es Mala, es Malía —lo corrigió Briccia sacándole la lengua.—Es Mala, malísima, como su papi. ¿Verdad mi amor? —dijo Maddox tomando a la pequeña de los brazos de Briccia, mientras esta cargaba a Laila.Bhremi estaba prestándole sus ojos para que pudiera jugar con las bebés. La loba había tenido una larga conversación con Milo y luego se había disculpado

  • CAPÍTULO 98

    Aidan frunció el ceño en el mismo momento en que su celular sonó y vio el nombre de Hiro en la pantalla del celular.Apenas se lo puso en el oído ya se había levantado y echaba a correr hacia la puerta de salida, haciéndole un gesto a Maddox para que lo siguiera.—¡Estoy ahí en diez minutos! ¿Rhia…?—Me dejó a cargo de las gemelas en el cuarto de seguridad… espera… —se escuchaba la respiración nerviosa y entrecortada de Hiro—. ¡Briccia, viene Briccia con la Nana!—¡Maldición! —exclamó Maddox mientras se subía al asiento del conductor y sacaba el auto del estacionamiento como si estuviera en una pista de Fórmula 1.—¿Quién más está en el departamento? —quiso saber Aidan.—El general Gallagher… olía mucho a su sang

  • CAPÍTULO 97

    Rhiannon se viró de costado, suspirando incómoda por la luz que no la dejaba dormir. Alcanzó el brazo de Aidan, que se sobresaltó un poco, y tiró de él para que se acostara a su lado.—¿Sigues pensando en la carta del general Gallagher? —preguntó con los ojos cerrados, mientras su lobo pasaba un brazo su cabeza y la estrechaba.—Sí, entendí lo que quiso decirme, logramos vencer a las últimas manadas… —la respiración del Alfa se hizo pesada—. Pero esto solo fue una distracción, estoy seguro. Nader usó a esta gente como cebo, o bien para escapar, o bien para atacarnos.—Pero amor… ¿cómo podría? Sin Alec y Adrien, ¿quién queda para respaldarlo?—Nadie, ese es el problema, así que este es probablemente el momento en que hará cualquier estupidez —dijo Aid

  • CAPÍTULO 96

    —¿Estás seguro de esto? —preguntó Maddox llegando junto a Aidan al punto de vigilancia y viendo la sonrisa maliciosa que se le extendía en el rostro. —¿Quieres quitarte los aros y masacrarlos a todos? —preguntó Aidan. —Claro que no. —Entonces esta es la mejor opción. Vamos. Maddox puso los ojos en blanco antes de seguirlo. Solo a Aidan podían ocurrírsele aquellas cosas. Cuatro días después de la carta del general Gallgher, ellos y uno de sus Alfas con un destacamento de doscientos lycans se habían dividido en cuatro grupos estratégicos para atacar el campamento central de los Alfas Adrien y Alec. —Recuerden, no dejen muertos en la medida de lo posible, pero tampoco permitan que los lastimen —ordenó el rey girándose hacia su destacamento—. Entramos y salimos de ese campamento, y luego corran con todo lo que tienen. El perímetro es de doscientas cincuenta millas, así que prepárense, porque será una larga cacería. —Nos veremos en este pun

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103 chapters
CAPÍTULO 1
CAUTIVA/Day Torres
1368 D.C. La muchacha abrió los ojos despacio, intentando comprender dónde se encontraba y qué había pasado, y lo primero que vio fueron los grilletes de plata pura cerrados alrededor de sus muñecas y tobillos. Entonces todos los recuerdos le llegaron de golpe: había sido capturada.Después de más de un año de feroz persecución, por fin le había sido imposible evadir a sus enemigos, y ahora la suerte estaba echada. En cuanto llegaran al palacio la matarían.Miró alrededor y vio al destacamento completo de guardias reales sentados frente al fuego, a poco más de cinco metros de distancia. No era mucho, pero era suficiente para darle a su loba una oportunidad de escapar.Cerró de nuevo los ojos llamándola, y la sintió despertar dentro de ella.«Raksha, tienes que irte ahora», sus pensamientos le susu
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CAPÍTULO 2
CAUTIVA/Day Torres
Actualidad Aidan se tocó el bíceps derecho por encima de la camisa de diseñador, mientras miraba la ciudad de Nueva York desde su oficina en el piso 94 del One World Trade Center. Faltaban algunos días para que su «marca» apareciera, y eso siempre lo ponía sumamente irritable. No quería ser molestado, pero los golpes en la puerta eran evidencia de que rara vez obtenía lo que deseaba.—Señor, su esposa está aquí —anunció su secretaria asomando la cabeza por la puerta entreabierta.—Hazla pasar, por favor.Aidan respiró profundo y se giró para encontrarse con el rostro apacible, sonriente y delicado de Myra.—¿Necesitas algo? —le preguntó secamente y se arrepintió en pocos segundos, cuando la vio hacer un mohín. Myra era una muy buena esposa: una Omega callada, obedient
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CAPÍTULO 3
CAUTIVA/Day Torres
La Guardia real de Aidan Casthiel no superaba los veinte lycans. Ni uno solo de ellos era conocido o importante, pero todos tenían un lazo indisoluble con su Alfa. Vivían bajo la antigua ley del mayor depredador, y seguían a quien consideraban el más fuerte. La Guardia Silenciosa, les llamaban, porque no sonaba ni un gruñido sobre los rastros de sangre que dejaban a su paso.—¡Aidan! ¡A tu derecha!Normalmente aquel grito de Brennan hubiera sido innecesario, pero los dos sabían que Aidan estaba desconcentrado por culpa de la marca.El Alfa se giró en medio de una transformación parcial, con los colmillos y garras desplegados, una fuerza superior y un tamaño que impresionaba incluso a un lycan; atrapó al rebelde que intentaba atacarlo y antes de que se diera cuenta ya le había roto el cuello entre sus colmillos.En sus garras se enredaron otros
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CAPÍTULO 4
CAUTIVA/Day Torres
 —¡Tenía razón! —siseó Aidan con rabia mientras ayudaba a su beta a subirse al asiento del copiloto—. Fue demasiado sencillo sofocar las revueltas, porque fueron solo una distracción.—¿Entonces el verdadero objetivo era la Atalaya? —murmuró Brennan.—¡Exacto! —Aidan dio vuelta a la camioneta y tomó la carretera al sur, hacia Gales.Habrían llegado mucho más rápido si se hubieran movido como lobos, pero Brennan no estaba en condiciones de transformarse con aquella pierna herida, tenía que darle al menos un par de horas para sanar.—No lo entiendo. Se supone que la Atalaya es inexpugnable —dijo su Beta—. ¿Cómo pudieron entrar?—No tengo idea. —Y era la pura verdad, Aidan ni siquiera la conocía.La Atalaya era una fortaleza donde primaba la magia antig
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CAPÍTULO 5
CAUTIVA/Day Torres
¡Era ella! ¡Ella la que estaba muriendo! ¡Ella la que lo estaba llamando! Aidan sentía que todo su cuerpo estaba a punto de explotar por la rabia, por el miedo, por sentimientos que jamás había experimentado y que, por tanto, no fue capaz de identificar en aquel momento.Con cada segundo que pasaba aquel presentimiento de que iba a morir crecía… pero no era él el que estaba muriendo, y aun así sentía que si esa muchacha desaparecía, él lo haría con ella.Era una lycan, eso estaba claro por la forma en que la plata la afectaba, lo que era inexplicable era la atracción que él sentía por ella y sobre todo, por qué estaba maldita igual que él.—¿Será otra víctima del linaje de Isrión? —pensó en voz alta, pero eso no tenía sentido. Si hubiera sido así, su padre la habr&i
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CAPÍTULO 6
CAUTIVA/Day Torres
Todo en aquella mujer se había vuelto blanco y pequeño, como de muñeca. Las manos, las diminutas uñas, incluso las pestañas. Su piel parecía porcelana pulida y Aidan casi juraba que podía verla brillar, con esa luz opaca y especial que tenía la luna. O quizás fuera simplemente porque ella era la suya.—Eres mi Luna… —murmuró acariciando su rostro y de repente el hombre, el heredero al trono, el Alfa protector del linaje de Casthiel emergió en él.Parecía indefensa e inocente, pero esa era la palabra exacta: «parecía». Si realmente lo hubiera sido su padre jamás la habría encerrado en aquella celda en la Atalaya. Era una desgracia que después de tantos siglos de soledad, la pareja destinada del Alfa fuera precisamente una enemiga de su corona.Y aún así la necesitaba y la deseaba, todo su espíri
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CAPÍTULO 7
CAUTIVA/Day Torres
—¿No vas a decirme que estoy loco? ¿Qué mi primer deber es con la corona? ¿Qué debería regresarla a una celda? —preguntó Aidan una vez que Rhiannon se quedó dormida en sus brazos.Había batallado para subirla a un coche, había batallado para subirla al avión y había batallado para que no intentara escapar cada dos segundos. Parecía que no conocía nada del mundo y que le tenía miedo a todo, pero finalmente el agotamiento le había pasado factura y ahora la llevaba dormida en su regazo.—Estás loco. Tu primer deber es con la corona y deberías regresarla a una celda inmediatamente —respondió Brennan con una seriedad que no le creía ni la Diosa—. ¿Contento?Aidan le gruñó porque sabía que era pura ironía lo que salía de su boca.—Bien, ahora pued
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CAPÍTULO 8
CAUTIVA/Day Torres
Aidan retrocedió, impactado por la profundidad de la rabia en la voz de aquella chica, aunque la suya no era menor. Había esperado siglos por su mate, y ahora ella no quería aceptar que la reclamara, y eso era exactamente igual que…—¿Me estás rechazando? —gruñó.—Te estoy diciendo que no permitiré que me marques hasta que no haya conocido a tu lobo —contestó Rhiannon, después de todo, ella la última lycan de su linaje, por más que Aidan fuera su pareja destinada, no estaba dispuesta a unirse a un lobo que no conocía.—¡Es que no hay nada más que ver! —rugió el Alfa—. ¡Este soy yo, este es mi lobo…!La mirada de Rhiannon se suavizó, incapaz de creer por un momento lo que escuchaba. Por supuesto que había más, mucho más, de lo contrario &eac
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CAPÍTULO 9
CAUTIVA/Day Torres
Miedo, esa era la palabra exacta para lo que Rhiannon sentía: miedo. Quizás por primera vez en tantos años tenía miedo a algo que no podía controlar, a algo más que morir, y eso era a estar encerrada.No supo si había estado minutos, horas o días en aquella habitación, pero todos sus instintos parecieron despertarse cuando escuchó el clic casi imperceptible de la puerta. El suelo acolchado ayudó a que se arrastrara hasta ella en pleno silencio, y con la punta del índice la empujó.Sintió que el corazón se le saldría del pecho cuando se abrió una pequeña hendija y se dio cuenta de que estaba abierta.«¡Raksha!», llamó a su loba y la sintió revolverse en su atormentada conciencia.«¿Estás bien?», le preguntó.«Creo que tenemos un amigo aquí. Mira&raq
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CAPÍTULO 10
CAUTIVA/Day Torres
El rey Caerbhall no era un hombre particularmente creyente en las artimañas de las hechiceras comunes, pero no era tan estúpido como para negar que vivía en un mundo donde poderes reales podían cambiar la vida de los lycans; después de todo, su esposa era una prueba viviente de eso.Como sacerdotisa de la antigua religión, Erea había encontrado la forma de cambiar los lazos que unían al humano con su lobo, la forma de someter el espíritu animal y unirlo indisolublemente al hombre… pero ni aun Erea había logrado romper la maldición que pesaba sobre su hijo.—¿Qué quiere decir con que no será capaz de concebir? —preguntó la reina levantando la voz—. Finoa, si vine aquí fue porque los lycans más importantes de mi corte te recomendaron… ¡los avergüenzas a todos!—Me disculpo sinceram
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