¿Qué tanto puedes resistir antes de destruirte? En un mundo moderno, donde los lobos con genética alfa mandan y los omegas solo obedecen... Leticia le tocó ser una omega en una familia donde es prohibido serlo y para sobrevivir toma tantos medicamentos para fingir ser un alfa, que ya no sabe cuanto tiempo le queda. Pero tiene un objetivo. Destruir a su padre… Y para ello no le importa unirse a Rayan, un lobo alfa que la recluta para su pandilla que no es lo que parece. Pero que ocurrirá cuando su relación pase de lo profesional a lo íntimo y ella tenga que hacer todo lo posible para ocultar su naturaleza y no sucumbir a este alfa.
Ler maisLeticia apretó los ojos con fuerza al sentir el látigo golpear justo al lado de ella astillando el suelo. Al menos se había movido los milímetros necesarios para que no la golpeara. Uffff, al menos un alivio. A pesar de tener los ojos cerrados sus oídos seguían igual de afilados. Pero podía jurar a los cuatro infiernos que a esa altura tenía al menos una costilla rota. Un puño pasó rozando su mejilla no impidiendo que su labio inferior se rompiera y por consiguiente la sangre corriera por su la barbilla. Lo último que le faltaba. Ahora como justificaría eso. Tenía una imagen que mantener.
Tuvo un impulso de gruñir y demostrarle a los que la tenían allí que ella no era una cachorra indefensa y que podía dejarlos noqueados en solo segundos. Mas se contuvo, más bien, todo ese tiempo no gritó ni una sola vez a pesar de estar de rodillas, con las manos atadas en la espalda y siendo golpeado una que otra vez si podían asentarle.
Había sido prácticamente arrastrada hasta un edificio que aunque por fuera pareciera en ruina, su interior estaba medianamente acomodado. La tiraron dentro de una sala donde había otras personas más sin permitirle explicar lo que había pasado antes. Y por el denso olor que inundaba ese lugar pudo definir que la mayoría eran lobos de categoría alfas. De que se había metido en problemas, se había metido porque aunque las cosas ya no eran como antes donde los alfas eran los dueños de la manada, tener genes de este género los hacían superior a ella.
Ahh, la sociedad había cambiado tanto que las historias de amor entre alfas, loba omega rechazada, y el resto de la manada parecían simples cuentos de fantasía. La realidad era diferente y todos habían cambiado. Biológicamente hablando.
Pero no era momento de pensar mucho. Bueno si, Leticia maquinaba como salir viva de aquel lugar, al menos manteniendo su virginidad. Porque perderla, además… la vida no podía seguir siendo más asco de lo que era ya ¿verdad?
La habían agarrado del cabello y empezado un intento de interrogatorio preguntándole una y otra vez cosas como para quien trabajaba o su objetivo. Cada vez les respondía que no sabía y que no tenía nada que ver que era la pura verdad, obvio. Pero por lo visto ninguno tenía la intención de creerle y dos neuronas de más en la cabeza para darse cuenta que ella era una loba, y que con su fisionomía no aguantaría mucho antes que colapsara. En resumen, ellos eran unos lobos cabeza hueca. Se notaban que estaban molestos por lo sucedido antes, pero no era para que se pasaran así.
Unos pasos retumbaron desde una puerta y todos se detuvieron mirando por encima del hombro.
-Jefe- uno de ellos exclamó cuando un joven lobo apareció caminando hacia un sofá grande y lleno de cojines y se dejó caer como todo el magnate que se creía.
Leticia había abierto los ojos cuando el olor penetrante de él había opacado el de los demás. Así que aquel era el promotor de todo aquello. No era un lobo débil. Demonios. Lo que le faltaba. La cosa se ponía más fea.
Leticia lo miró soltando por fin un jadeo no sabía si de asombro o algo más. Era alto, podía estar en los 1.90m con mucha facilidad y le pasaba con creces no solo a ella, sino a todos los presentes en la sala. También era joven, quizás unos 25-26 años, eso no quitaba que fuera menos intimidante, todo lo contrario. Como que había que considerar si molestarlo o no.
Sus hombros anchos y pecho bien definido que incluso se marcaba sobre el pullover que se ajustaba a su estrecha cintura y el pantalón de cuero negro a los gruesos muslos trabajados y largas piernas. Vaya cuerpazo se echaba el maldito lobo. De envidia, y lo cómico es que al parecer estaba al tanto de ello porque la ropa apretada le quedaba como anillo al dedo.
Llevaba el cabello rubio oscuro, casi como un color miel, pero dada la iluminación no podía definirlo, algo más largo en la parte de adelante que en la de atrás, donde su flequillo de lado acariciaba su frente en una agradable onda, y dejando a la vista una argolla plateada en una de sus orejas. Pero lo más destacable de él no era tanto su físico que estaba de bomba, había que reconocer, o su presencia. Dios eran aquellos ojos, que danzaban entre lo verde y azul, era difícil de definir y que la estudiaban de arriba abajo acusadoramente. Hermosos y a la vez intimidantes.
-¿Fue ella?- preguntó poniendo su brazo sobre el espaldar del mueble.
-Si jefe, la encontramos junto a nuestro compañero- el tipo que la había estado amenazando con el látigo que dé a saber dónde lo había sacado respondió.
-Lo he repetido más de una vez, no fui yo, solo lo ayudé. Ay con esta gente inepta- replicó Leticia con una vena latiendo en su sien antes de tener que correrse antes de casi recibir otro puñetazo en la cara y pensó que si le hubieran dado le hubieran desencajado la mandíbula. Sí, porque ellos iban con todo, lástima que ella era rápida para esquivar los golpes.
Rayan miró a la joven delante de él y alzó la ceja. Los reflejos de la pequeña mujer eran bastante afilados por lo que notaba. Y a pesar de que ella también olía a alfa, no presentaba muchas características que le acreditaran como tal, sobre todo porque no era muy común ese gen en lobas. Pero él no era nadie para juzgar, ni tampoco le interesaba, no era como si la volviera a ver. Se pasó la lengua por aquellos largos colmillos de alfa que eran utilizados para marcar la sensible nuca de un omega y que él no retraía en ningún momento, mostrando así su dominio.
Se levantó del sofá y se acercó a la chica arrodillándose delante de ella. Sonrió de lado y los integrantes del grupo se pusieron pálidos sabiendo que significaba aquello.
-Te doy cinco segundos para que me digas para quien trabajas o sino…- Rayan sacó un cigarro del bolsillo del pantalón y lo prendió con un elegante movimiento a pesar de que quería parecer aterrador, que de por sí lo era –Quemaré cada parte de tu cuerpo hasta que me lo digas-
Leticia se mantuvo quieta, prácticamente sin respirar viendo como el cigarro se iba consumiendo lentamente por la llama en los largos dedos del alfa. El sudor cubrió su espalda y su frente y simplemente sonrió.
Aquello iba a doler.
Maldito alfa
Términos para aclarar dudas ya que esta novela de hombres lobos tiene matices del mundo omegaverse.
Sé que hay personas que no están relacionadas con este mundo, sobre todo si no lee sobre la temática de romance gay donde es más explotado, de todas formas les dejo esta resumida guía para que tengan una idea.
En esta novela los lobos han evolucionado y la sociedad se divide en tres géneros los alfa, los beta y los omega. Tienen unas diferencias muy particulares, sobre todo entre alfas y omega, los dos extremos de la jerarquía.
Lobos con genes Alfas
Están en la cima de los tres géneros. Posee colmillos que puede retraer a voluntad permitiendo morder a su pareja para marcarla como suya e intimidar a aquello que deseen atacarlos. Cuentan con un periodo de celo, uno que ocurre cada seis meses y dura unas veinticuatro horas aproximadamente donde su deseo sexual es tan intento que no reaccionan a su alrededor. Su olor es muy fuerte y penetrante y sus feromonas pueden hacer entrar en celo a un lobo omega así como hacerlo temblar de miedo.
Por naturaleza buscan los lobos omegas dado que es más fácil tener crías con ellos y nacen más fuertes. Poseen la llamada Voz que es un tono que subyuga a los omegas, a los betas y a los lobos con genes alfas más débiles.
Lobos BetasBásicamente son los lobos comunes, de tamaño constitución. No son tan fuertes como un lobo alfa. Su olor corporal es muy suave, apenas perceptible. Tienen la libre elección de formar una relación con cualquiera de los tres géneros, claro que procrear es más fácil entre dos lobos beta que entre un beta y un alfa, o que en una pareja de beta y omega, no es imposible, pero si difícil.
Lobos Omegas
Son lo más débil de la sociedad. Tanto varones como hembras, poseen aparatos reproductores femeninos (útero y ovarios), y son perfectamente capaces de concebir siempre y cuando sean fecundados por un alfa y rara vez un beta. Sin embargo, los omegas tienen una característica muy importante que son los celos que ocurren cada tres meses y dura tres días aproximadamente en los que sus niveles hormonales se disparan y se ven firmemente necesitados de buscar un alfa para "aparearse" con él. Los omegas, al igual que los alfa, desprenden un olor muy característico que los permite identificarse entre sí, debido a las feromonas que expulsan. Es durante la época del celo donde estas aumentan de tal manera que el alfa es capaz de notar el celo en ellos.
Los omegas tienen un llamado especial a su alfa, es completamente involuntario y provoca que el alfa en cuestión tenga una inmensa necesidad de proteger al omega. Supuestamente tienden a ser tranquilos y sumisos, se encargan de cuidar a los hijos. Pero al igual que con los alfa, este es el estereotipo y no tienen por qué seguirlo.
Lobos Deltas
Son aquellos alfas que han sido mordidos por otros lobos alfas. Su cuerpo sufre transformaciones. Solo son sumisos a esos alfas, pero suelen ser muy agresivos. Sus colmillos se vuelven negros y su olor putrefacto. Es una humillación total y tienen que vivir con ello.
Marca temporal
Mordida en algún lado del cuerpo que marca a un alfa o beta como parte de su manada. En los omegas también funciona así pero el estímulo es mucho mayor y los vuelve más sumisos a ese alfa.
Enlace
El enlace se hace entre un alfa y un omega, donde el lobo alfa muerde la nuca del omega inyectando de toxinas su nuca y enlazándolo de por vida con él. Un beta no puede marcar a un omega, ni un alfa a un lobo beta. Solo el lobo alfa puede romper el lazo pero ambos entran en una gran depresión
Y lo pudo confirmar muy pocos minutos después.-Espera, espera- tuvo que jadear sosteniéndose del pecho del alfa, con los brazos temblantes.Gavel se había acostado boca arriba, tras quitarle a Cassandra la bata de baño y dejarla completamente desnuda, recargándose en dos almohadas para tener la altura perfecta y la había atraído por la cadera antes que la mujer protestara... sentándola sobre su rostro.Al momento había pasado la lengua por el agujero rojo, húmedo y palpitante que había quedado delante de él y la estimulación había mandado un estremecimiento por todo el cuerpo de Cassandra que solo pudo dejarse caer hacia adelante sosteniéndose de sus manos sobre el pecho fuerte de Gavel. Y allí se había quedado completamente indefensa. En aquello posición vergonzosa en la que nunca antes había estado.Es que había que tener bastante confianza como para sentarte a horcajadas sobre el rostro de alguien para que te chupara por completo allá abajo. De verdad. Aunque para Gavel eso no era
Cassandra salió del baño tras lavarse los dientes y atender otro asunto encontrando a Gavel ya acostado en la cama... pero boca abajo con el rostro escondido en la almohada y solo un pantalón ligero de algodón que casi rayaba a la altura de las nalgas. La mujer alzó la ceja un poco divertida vacilando la erótica curva que se creaba entre la espalda y esa parte de la anatomía.Además, se podía hasta imaginar el puchero que tenía el alfa en su rostro tras decirle que no usarían lo que había comprado. Es que para domar una bestia había que usar métodos drásticos. Y ahora estaba haciendo una perreta de cachorro grande que era hasta cómica. Porque para alguien tan grande como Gavel comportarse así era realmente...Pero ahora hasta ella, como persona adulta y desarrollada necesitaba tener atenciones. Sobre todo, porque ansiaba recibir cariño después de todo lo tormentoso y abrumador de los últimos días. Y no mimos como los que podía recibir de su prima, de abrazos y consuelo, sino un poco m
-¿Qué? ¿Estás segura?- fueron las preguntas de Cassandra tras escuchar aquello.Leticia asintió y pocas veces Cassandra había visto tanta determinación en el rostro de este.-Sabes todo lo que eso va a implicar. Incluso que se moleste contigo por haberle mentido... y...-Lo sé- dijo Leticia con una leve sonrisa- Pero no quiero seguirle mintiendo al alfa que me dijo que me amaba.La beta abrió los ojos.-¿Se te declaró?Leticia asintió.-Sí, hace un tiempo. Y me lo demuestra con cada parte de él y cada acción. Yo... en el estado que me encuentro no puedo seguirle mintiendo, y tampoco me siento bien haciéndolo. Puede que al inicio no lo tome bien, pero creo que estamos parejos- desvió la mirada- yo sé que al inicio me aceptó en el grupo para sacarme información sobre mi padre y mis negocios, aunque las cosas se han desarrollado de una forma peculiar. Será... una conversación dura pero necesaria.Cassandra estuvo varios segundos en silencio para soltar un respiro.-ya eres grande y respo
Rayan detuvo el auto delante del edificio donde vivía Cassandra y no vio disposición de bajarse del auto a Leticia. Alzó una ceja curioso.-¿Ocurre algo? Me dijiste hace poco atrás que deseabas ver a tu prima. Pues ya llegamos.Sin embargo, Leticia apretaba sus manos en su regazo y miraba nerviosa en dirección a edificio. Si, quería hablar con Cassandra, pero a la vez se imaginaba el pleno discurso que le daría... que discurso, perro regaño que le haría la beta. Después de todo no había cuidado tanto de su salud como debía.Es que quien le mandaba a ella a irse a meter en casa de un alfa como Rayan y además tener sexo como curiela con él. Pues... que habían sido de los mejores días de su vida.Al carajo, no se arrepentía de nada.Respiró profundo y enderezó la espalda.-Ya voy, ya voy- tarde o temprano tendría que escuchar a su prima y al final parte de todo no sería un secreto a largo plazo, no después de la decisión que había tomado.-Eh, eh, espera, a dónde te vas- Rayan estiró su
Leticia iba sentada en el asiento del copiloto en el BMW de Rayan camino al centro comercial. Ese día increíblemente lo tendrían vacío a pesar de que hacía poco tenían planeada una misión sumamente importante y en la que Leticia estaba interesada.Aun recordaba la llamada que había recibido Rayan la noche anterior de sorpresa antes de salir en dirección a reunirse con el grupo.-¿Qué?- Rayan había gruñido ligeramente- Está bien, yo me encargo.Leticia, que, a pesar de que había insistido, Rayan no le había dejado ir después de todo dado su estado de salud se acercó.-¿Qué ocurre?El alfa se revolvió el cabello.-Cambio de planes de última hora, la misión se pospone 5 días. No nos podemos acercar a la zona del puerto donde se llevará a cabo la venta de omegas. Dice mi padre que su informante le dijo que la mercancía aún no ha sido llevada al lugar de donde serán movidos al barco.Ante la mención de omegas Leticia se estremeció y la rabia latió en su corazón. Ya los omegas no eran de po
«Vete»Gavel nunca antes había escuchado aquella palabra con aquel tono, demandante, fuerte, pero sobre todo dolido, como cuando eras traicionado por la persona en quien más tenías confianza. Eso llevó a que se apretara los labios y se dio media vuelta.Cassandra vio la espalda del alfa y el nudo dentro de ella se hizo más grande, por lo visto todo terminaría así, como si nada entre ellos hubiera ocurrido. Como si solo hubiera sido un número más en su lista, y vaya, al parecer cumplía un record, había durado menos de un mes.O eso es lo que pensó la beta al escuchar el cerrojo de la puerta ser corrido, y Gavel girándose de nuevo.-¿Qué haces?- le gruñó Cassandra frunciendo el ceño- Creo haber sido lo suficientemente clara- herirse más estaba fuera de discusión, sin embargo, el alfa no se movió del lugar.-Solo me iré después que me escuches porque creo que estás malinterpretando la mayoría de las cosas.La mujer alzó una ceja.-Oh, al parecer la que está mal después de todo soy yo- es
Último capítulo