Capítulo 71. El Viaje Inesperado.
**Valentina**
Todo comenzó con una nota bajo mi taza de café:
“Empaca para siete días. No preguntes nada. Solo confía.”
No tenía firma, pero el trazo era inconfundible. Su letra, como su manera de amar: firme, sin adornos innecesarios. Alejandro me miraba desde la cocina, con una sonrisa que escondía más de lo que decía.
—¿Me vas a secuestrar? —le dije, divertida.
—Eso pensaba hacer desde la primera vez que te vi —respondió, sin apartar la mirada.
Y así, sin mapas ni advertencias, comenzó el viaje más hermoso de mi vida.
Florencia fue la primera parada. Apenas bajamos del tren, el aire olía a albahaca, piedra caliente y tiempo detenido. Caminamos hasta el Ponte Vecchio, y al llegar me pidió que cerrara los ojos.
—Confía en mí.
—Siempre.
Cuando los abrí, el atardecer teñía el río Arno de naranja y oro, y la ciudad parecía suspendida en un cuadro de Botticelli. No pude evitar las lágrimas.
—¿Es normal llorar por una vista?
—Es normal llorar cuando algo te devuelve la paz —respondió él,