La revelación del dossier de "HienaGris64" no provocó una tormenta. Provocó un cambio en el clima. El aire en la cabaña, antes cargado de una electricidad íntima, ahora se volvió pesado, espeso, difícil de respirar. Cada silencio estaba lleno de palabras no dichas, de acusaciones flotantes. La guerra, que se había librado contra enemigos externos, se había replegado hacia adentro, convirtiendo su refugio en una trinchera de dos frentes.
Florencio se había transformado. El hombre que había besado sus cicatrices, que se había confesado en la oscuridad, desapareció. En su lugar, resurgió el Gobernador. El estratega. El hombre de hielo. Pasaba las horas encerrado en sí mismo, pegado a la laptop, en una comunicación constante y encriptada con Giménez. Sus movimientos eran precisos, económicos, y deliberadamente evitaba cualquier contacto físico con Sel