006. Los Ecos de Ausencia y el Hambre de la Loba
El sol se alzó sobre la costa con una indiferencia brutal, tiñendo el horizonte de un naranja pálido y enfermizo. Pero en el corazón de Mar D'Argenti, no había luz, solo una oscuridad densa, palpitante, el eco distorsionado de una manada rota y la ausencia de su Loba. El miedo no era una emoción desconocida para Mar, pero este, el que ahora le roía las entrañas, era diferente. Era un miedo que se mezclaba con la anticipación, con el hambre. El hambre de una hiena que ha perdido a su Alfa, pero que, en esa pérdida, empieza a sentir el despertar de un poder propio, salvaje y descontrolado. Había vuelto a la casa de la costa, la que compartía con Selene, después de una noche de locura y de una huida que no recordaba del todo. El rastro de los lobos y los mercenarios en Los Acantilados, los cuerpos destrozados, el pánico en Punta Mogotes… todo era un borrón en su memoria, un eco lejano de una violencia que ella misma había desatado, pero que no comprendía. Su mente, fragmentada por esa co
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