Mundo ficciónIniciar sesiónEl jardín secreto bajo el hielo se llenó de un silencio cargado de reencuentros imposibles. Selene estaba de pie, ya no como una fugitiva o una guerrera desesperada, sino como una reina en su corte, su presencia iba llenando el espacio con una autoridad tranquila y absoluta. Mar, superado el shock inicial, corrió hacia ella y la abrazó, un abrazo torpe, desesperado, lleno de meses de culpa y de una alegría que no creía merecer.
—Sely… creí… creímos que estabas muerta —sollozó contra su hombro.Selene le devolvió el abrazo, una mano en su cabello.—Los lobos somos difíciles de matar, Mar —dijo, con su voz suave, pero con un matiz de acero—. Y las lobas marinas, al parecer, también.Se separaron. Y fue entonces cuando los ojos de Selene se posaron en la tercera figura del grupo, el humano que se había mantenido en silencio, observan






