El mundo perfecto de Kimberly dará un giro inesperado cuando se convierta en la presa número uno de un temible cazador; la mafia. Erik Jones, el narcotraficante número uno de su ciudad hará hasta lo imposible para tenerla solo para él, hacerla suya y no dejarla ir nunca más. ¿Podrá Kimberly salir de aquel mundo peligroso o en cambio solo querrá quedarse en él?
Ler maisMe bajo de mi auto y llego a la cascada, donde quedé a encontrarme con aquel hombre; un hombre alto y guapo, todo de él grita lujo; el hombre que conocí en aquella fiesta elegante.
Respiro profundo. Nunca he sido una chica asustadiza, pero debo admitir que estoy nerviosa, jamás había hecho algo como esto, siempre me he metido en problemas de niña rica, pero esto es otro nivel, sin embargo, en cuanto escuché la oferta no pude decir que no.
—La nena cumplió —escucho su voz y me sobresalto, volteo y está allí, con su traje y sus dos guardaespaldas.
Dos hombres robustos y de piel morena. Dan miedo.
Él me empieza a recorrer el cuerpo con una mirada lasciva, una mirada que acostumbro a que me den pero no de esta forma. Es como si tuviera rayos en sus ojos. Como si conociera cada parte de mi ser o al menos quisiera conocerlo.
Lentamente también inspecciono de nuevo lo que llevo puesto; una blusa ceñida a mi cuerpo, una falda corta y unas botas largas, mi bolso de mano y mi cabello suelto.—Por supuesto —respondo cuando me doy cuenta que he tardado en hacerlo. No quiero que piense que soy una niñata miedosa.
—Tan bella como siempre, tengo la leve impresión de que serás estupenda, tienes el porte y todo lo necesario para esto —responde ajustando su corbata fina.
Cuando escucho aquello, sonrío. Siempre me ha gustado llamar la atención, atraer miradas y deseos. Me gusta eso y me fascina cuando me dicen que soy hermosa porque, aunque sé que es cierto, cuando te lo dicen los crees aún más, te ayuda, te hace sentir poderosa.
—Alto allí, ni siquiera he dicho que sí —hablo segura, es una decisión un poco difícil.
—Pero lo harás, todas lo hacen, todas quieren lo que yo les puedo dar —responde seguro.
¿Qué me puedes dar? Ya lo tengo todo, vivo en uno de los mejores vecindarios de la ciudad, visto con las mejores marcas y tengo miles de tarjetas de crédito, sin embargo, hay algo en su mirada que me invita a seguirle. Como un demonio que te seduce. Que te atrapa, que te da cada cosa que quieres, cada deseo lo convierte en realidad, aunque sea oscuro, muy oscuro. No puedo evitar sonreír al escucharlo.
—¿Cuánto? —pregunto.
—Me sorprende esto de ti, no lo necesitas, estás que te hundes en dinero —responde sin responder verdaderamente a mi pregunta
—La idea fue tentadora, tal vez lo hago por placer —comento y él sonríe. Es verdaderamente hermoso.
—¿Placer? La mejor sensación de la vida. La mejor que he podido experimentar. Vale más que el dinero —dice.
Me tomo un minuto para mirar a los dos gorilas y están igual que como llegaron, con su porte y listos para atacar, por si toca. Es como si no estuvieran escuchando nada de lo que decimos, pero al mismo tiempo sí.
—Aún no me has dicho cuánto.
—Miles de dólares, ya sabes, clientes excelentes y de mucho dinero —alardea.
—¿Seguridad? —pregunto—. No quiero sentirme asustada.
—Cuido a mis muchachas, ten eso seguro —dice con una sonrisa, es muy guapo—. ¿Algo más?, no verdad, vamos, acepta y ya.
Se acerca a mí, de tal manera que queda a escasos centímetros de mi cara. Su respiración es tranquila y su aroma es tentador. Es maravilloso. Huele a perfume fino ya ropa nueva.
—Sería genial tenerte para mí, solo para mí, pero sólo pasará si tú lo quieres. ¡Vamos! acepta, no te arrepentirás —me susurra al oído. Siento ése susurro como ese pequeño diablillo que te dice las cosas malas que debes hacer sólo que en este caso, no tengo del otro lado un ángel. Nunca lo he tenido y nunca lo tendré. No soy una buena persona y lo sé.
Todas las mañanas cuando me miro al espejo y recuerdo lo que he hecho, todo lo que he hecho para darme cuenta que no hay una pizca de arrepentimiento en ese reflejo, llego a la conclusión que he nacido para obtener lo que quiero, así arrastre mi alma al infierno en el intento.Si llegué hasta aquí fue porque lo he pensado muchas veces ya. No necesito de esto pero a veces la curiosidad y el deseo pueden más contigo que tu propia razón. No sé cómo acabará esto, no sé si es la mejor opción, pero lo haré.
—Acepto —él sonríe, una sonrisa malévola, una sonrisa siniestra.
—Perfecto, ahora eres mía, sabes que este negocio es de lealtad, da un paso en falso y te mueres —me amenaza.
Aprieto los labios en señal de enojo, si no confía en mi ¿para qué proponerme esto?
—Sé lo que significa esa palabra —respondo levemente enojada.
—Perfecto, si vas a traer más chicas, por favor que sean leales, no quiero ensuciar mis trajes de sangre barata.
Es como si fuera otra persona ahora. Ya acepté, ya obtuvo lo que quería, ya soy de él así que ya puede mostrarse cómo es. Eso hace que una pizca de arrepiento ahora si crezca en mí.
—Okay, trataré de atraer a más.
—Procura traer a tu amiga, la de pelo rojizo, ¿cómo era que se llamaba? —pregunta y sé a quién se refiere enseguida
—Brooke, Brooke Miller.
—Ésa, está linda, muy linda. La próxima vez que nos veamos será en mi oficina, no quería arriesgarme si no aceptabas —me dice mientras me mira con una sonrisa—. Aunque a mí nadie me dice que no —alardea orgulloso.
—Adiós.
Se sube a la parte de atrás de su auto y luego se suben sus guardaespaldas para posteriormente irse.
Me subo a mi auto y doy un suspiro, esto será divertido, es mi nuevo secreto.
Estoy pensando seriamente en lo que acabo de hacer. Habrá sido una buena decisión. No lo sé.Haciendo un recuento de mi vida, me he dado cuenta de lo bien que me ha ido y que mis decisiones, por más locas que hayan sido, siempre han sido las más beneficiosas para mí. Soy una mujer independiente, inteligente y muy calculadora. Sé perfectamente cuando el peligro está frente a mí así que creo, es más, estoy segura que este nuevo trabajo no me quedará grande y que podré con su peso. Su gran peso.
Conocerá gente nueva. gente poderosa, gente que me pueda dar un lado de la buena vida que aún tengo. Algo que contar cuando esté vieja.
Nota: El capítulo está ambientado justo después del final del capítulo 43 llamado "Feliz cumpleaños" —Tú mereces esto y más. Eres la persona que le ha dado luz a mí vida. Me quitaste esa loca idea que tenía en la cabeza de que no servía para el amor porque no es así, si sirvo para él, todos lo hacemos y sí, me he enamorado de ti, Kim. Me he enamorado como un tonto porque eres perfecta para mí, te quiero tal cual eres y sin importar nada yo siempre estaré para ti porque te amo, te amo con todo mi ser y creo que es hora de que seas sólo mía.Me he quedado muda. Estoy consciente de que mis ojos están llenos de lágrimas y que estoy temblando.Es hermoso que él sienta eso por mí. Es maravilloso y no sé qué decir.—No llores —seca mis lágrimas.—Jamás te había visto tan romántico, Chris. La primera vez que te vi te creí frío y sin sentimientos pero todos tenemos y los tuyos me pertenecen...Él sonríe y me abraza. Aspiro su aroma, ese que me encanta y que tal vez no vuelva a degustar con mi
Tres años después.Mientras sostengo la copa de vino en mi mano, observo el mar por el ventanal. Gigante y extenso, azul y hermoso. La manera en que la luna se refleja en él, es magnífica. Nunca pensé que amaría tanto este lugar, nunca pensé que nos quedaríamos aquí en México, en la casa junto a la playa, donde hace unos años, también estuve con Erik.Erik, ¡Dios! No lo extraño de nada, ni un poco y sé que suena horrible porque él se enamoró de mí, pero a veces no te corresponden y ése fue su caso. Yo elegí el amor, yo elegí estar con quién amo, yo elegí a Chris.Sonrío como estúpida al pensar en él, cada día durante estos tres años, han sido un sueño, cada día lo amo más, cada día lo veo y juro por Dios que no quiero ver a nadie más. Lo amo con toda mi alma, lo amo más que a mi vida.Siento unos brazos gigantes alrededor de mí y vuelvo a sonreír; es él.—¿Cómo estás, hermosa? —su dulce voz me inunda los oídos.—Muy bien, gracias a ti —él se ríe y me toma de la mano. Deja la copa de v
Estar en la casa de Cancún con Chris es un sueño hecho realidad. La sensación de satisfacción al haber ganado es extremadamente fascinante. Me siento como si estuviera en la gloria, como si cada parte de mi ser latiera frenéticamente de emoción. Soy feliz, ahora soy feliz.Con nosotros se encuentran Ramírez y Tania. Están en la cúspide de su relación, se ven felices y extasiados de lo que se brindan entre sí. El padre de Tania aún no sabe de la relación de su hija, y pienso, que esa noticia debe conocerla por medio de ella así que no meteré mis manos en ésa situación.Dejando eso de lado me doy cuenta de lo afortunada que soy. Tengo a Chris, éste hombre grandioso y fascinante, que me ama con locura, así como yo lo amo a él. Tengo a Tania, la hermosa Tania que se ha convertido en una parte esencial en mi vida pues la considero mi hermana, no puedo olvidar a Ramírez que es como este mejor amigo que nunca tuve. Tengo todo lo que necesito.Desearía tener a dos personas más, pero sé que es
Vuelvo a incrustar el cuchillo en su abdomen. Una y otra vez hasta ver debilidad en sus ojos. Con esfuerzo me levanto, tirándolo al suelo. Tomo una bata y la coloco en mi cuerpo.—¿Por... Qué? Te lo... Te lo di todo —su pecho sube y baja y la alfombra se está volviendo roja—, hasta mi corazón.Empieza a toser varias veces hasta escupir sangre, lo cual me asquea.—¡No me interesa tu maldito amor! ¿Acaso no entiendes? Nunca me importaste ¡nunca! Lo único que te agradezco es que me hiciste más fuerte, ¡oh! Y claro, el dinero que me acabas de dar. —mi sonrisa lo derrota y entre un último suspiro su vida se acaba, se desvanece.Murió, Erik murió, al fin murió. Siento un enorme alivio al sacar las palabras de mi boca, al haberle dicho la verdad. La que me he estado tragando todo este tiempo.No lo quise, nunca lo hice. Me costó mucho decir "acepto" ese día. Me costó mucho besarlo luego de hacerlo. Me costó mucho dormir en la misma cama. Me costó.Sé que debí decírselo, no debí casarme con é
Ocho meses después. Mientras bebo de mi copa de champaña espero pacientemente que mi esposo llegue. Quiere darme un pequeño regalo, el cual he anhelado mucho. Me levanto del sillón en el que me encontraba y me acerco al jardín. Veo a todos los hombres armados, que al darse cuenta de mi presencia me miran con respeto. Algunos vigilan la casa y otros hacen sus respectivas tareas, como meter coca en un camión. Hace ocho meses me casé con Erik. Ha sido un matrimonio realmente "divertido", me ha tenido como una reina y me lo demuestra a cada rato con sus extravagantes regalos y viajes. En estos ocho meses han pasado cosas extraordinarias, como que nos hemos mudado a una casa más grande y mucho más preciosa, donde se le hace más fácil a Erik de traer la mercancía, también Bridgit se ha vuelto aún más cercana, aunque por mí parte sigue estando un poco de inseguridad, ella está saliendo con Francisco, aquel anciano enamorado de Brooke. Tania recobró la vida que llevaba gracias a el nuevo e
La calidez del lugar la despertó. Estaba sola en la enorme habitación donde el sol se calaba por la enorme ventana con vista al mar.Se levantó mientras se enredaba en las sabanas para ocultar su cuerpo desnudo y se acercó al ventanal. Pudo observar a su marido desayunar tranquilamente en la playa rodeado de hombres con armas. En ese mismo instante quiso hacerle compañía, pues no le gusta la soledad ya que la llevaría a pensar en quién no debe y, por ende, a sentirse verdaderamente mal de lo que está haciendo.Rápidamente se metió a la ducha y al salir se colocó el mejor bikini que traía consigo y salió de la habitación. Al pasar por la cocina vio a una mujer que ayer no estaba allí. Tenía un aspecto distinto y preparaba algo.—¿Tú quién eres? —preguntó de la mala manera y con la cabeza erguida. Quería demostrar que es la dueña y señora.—Soy Emma, para servirle señorita —le dio un asentimiento de cabeza y salió.En puntillas y sintiendo la arena bajo sus pies, se acercó a Erik, el cu
Último capítulo