4. Es más que solo popularidad.

La clase acaba y nos vamos a almorzar. Tania es muy divertida y me hace reír a montones.

Llegamos a la cafetería y ella me presenta a algunos de sus amigos y nos sentamos en una mesa cualquiera. No presté mucha atención a sus nombres pues estaba bastante distraída.

De pronto las puertas se abren de par en par y entran estas chicas que, según Tania, son las más populares. ¡Pero vamos! Ya yo lo había notado.

Empiezan a caminar como buscando una mesa hasta que se detienen en una que está en todo el centro de la cafetería, pero, ya está ocupada.

—¡Largo! —brama la rubia.

—¡Pero ya estábamos aquí... —dice una de las chicas que tiene ocupada la mesa

—Mira estúpida, no estás escuchando, que te muevas —dice la de pelo rojizo con los dientes apretados

A nuestro alrededor todo presencian el inconveniente en silencio, sólo se escuchan las palabras de estas chicas. Yo no puedo evitar fruncir el ceño. Esto definitivamente no es una película y ellas definitivamente no son dueñas de esa mesa. Se pueden sentar en cualquier mesa.

—No les hagas caso, llegamos primero y por tanto, no vamos a darle la mesa —le dice la otra chica que está ocupando la mesa a la primera que habló. Estoy totalmente de acuerdo. Ellas estaban primero, merecen ese lugar como cualquiera de la escuela.

Juro que vi cómo se le descompuso la cara del enojo a la rubia, estaba dispuesta a decir algo cuando la chica que me insultó en el estacionamiento le dice algo al oído y ella sonríe.

Luego el equipo de fútbol las llama y se sientan en la mesa de ellos.

—No puedo creer que trataran de levantar de la mesa a esas chicas, llegaron primero —susurro a Tania para que ellas no escuchen, lo último que quiero es un problema con ellas y menos si soy nueva.

—Han hecho cosas peores, eso no se va a quedar así.

—¿Peores? —pregunto incrédula—. ¿Cómo qué?

—Sí, escucha —responde acomodándose en la silla—, La rubia es Sharon, es una perra total, cuídate de ella, creo que es la más mala de todas, es la más deseada pero nunca un chico es suficiente para ella, si le haces algo mejor escóndete por siempre en el sótano de tu casa, te hará la vida imposible —Abro los ojos sorprendida—, la de cabello rojizo es Brooke, nunca la mires mal, si se entera que hablas mal de ella o hablaste, estás muerta. Hace dos meses se enteró que una chica deseaba a su novio, así que hizo que el novio la sedujera y le sacara fotos desnudas, las publicó en las redes sociales y terminó la chica suicidándose, luego le terminó al chico —me tapo la mano y ahogo un grito.

Jesucristo, o yo soy muy ingenua todavía o esas chicas son lo máximo de la maldad. En mi otra escuela había chicas como ella. Golpeaban a las que ellas consideraban "feas" y pobres. Era muy injusto ver eso. Creo que cada persona tiene su toque y ante todo respetar su personalidad y su vida.

—¿Cómo pudieron hacer eso? ¿por qué nunca dijeron nada? —le pregunto a Tania—. Técnicamente ella y el chico, son los culpables de ése suicidio.

—Nadie se atreve, esto es más que sólo popularidad Kimberly, esas chicas están en algo feo, se dice que están con el narcotráfico, pero nadie sabe y nadie quiere saberlo. Bueno, la última, de cabello castaño es Bridgit, es simplemente una chica mala, como todas, pero puede odiarte en un segundo, sólo no la provoques y nunca te acerques a ella, a ninguna, dicen que se ha acostado con más de la mitad de los chicos de la escuela, me sorprende que no tenga una enfermedad.

—¿Narcotráfico? ¿Cómo coca y eso?

—No, ellas no son las narcotraficantes. Se acuestan con ellos.

Me quedo perpleja ante todo lo que me dijo, la verdad en mi vida había escuchado tantas cosas malas de una persona, en mi vida había escuchado algo así, es impresionante.

Asiento a las advertencias de Tania sobre no acercarme a esas chicas, luego seguimos almorzando y hablando de cosas tribales.

Las clases siguen normales, pero, yo no dejo de pensar en cómo pudieron hacer algo tan horrible a esa chica, la manera en la que disponen de la vida de una persona, sin derecho alguno, es horrible.

Es hora de irnos a casa y Tania ofrece llevarme, pero me niego diciendo que mi padre vendrá por mí.

A los diez minutos éste llega y nos vamos a casa.

Tiempo después llegamos y cuando entramos, mi madre ve algún programa de televisión y no se percata de nuestra presencia hasta que nos acercamos a ella y le damos un buen susto.

—¡Dios mío! ¡Me asustaron mucho! —exclama mamá con su mano en el pecho.

—Eso te pasa por... —empieza a decir papá, pero el sonido de su teléfono no lo deja terminar.

Me siento al lado de mamá en el sillón y le robo el control.

—Tienen que ser pacientes por favor, sí, si quieres voy a hablar ahora mismo con él —escucho a mi padre y frunzo el ceño.

¿Qué está pasando? ¿Problemas de trabajo?

Luego de unas palabras más papá corta la llamada, le da un beso a mi madre y uno a mí en la frente y sale apresuradamente de la casa prometiendo llegar para la cena.

—¿Qué fue eso? ¿papá tiene problemas en el trabajo? —le pregunto a mi madre confundida, pero ella cambia de tema.

—No lo sé hija. ¿Quieres ver ese nuevo programa? —pregunta mamá de una manera nerviosa.

Se levanta y de forma torpe va en busca de algo de comer.

—Sí, supongo —respondo para no insistir, debe ser cosas de adultos.

—¿Cómo te fue en tu primer día?

—Pues bien, conocí a una chica llamada Tania, es muy amigable.

—Me alegro mucho, hija.

Luego de esa extraña conversación con mi madre y de ver un poco la televisión subí a mi habitación y ahora hablo con Katie un poco.

—De veras te extraño mucho kim, todo está raro —comenta mi amiga.

—Lo sé, aquí todo es más... ¿Cómo decirlo? Muy diferente, las chicas se visten como modelos de Victoria's secrets y son malas personas.

—¡Auch! Eso no suena bien, ¿te tratan mal? —pregunta mi amiga preocupada.

—Bueno, no, soy nueva y pues es difícil, pero tengo una amiga —le respondo—. Además, es solo el primer día, hay que esperar el resto del año.

Cuando Katie va a responder escucho al fondo a su madre mandándola a dormir.

—Me alegro kim, pero debo dejarte, ya sabes cómo es mi mamá —responde y yo río, juro que debe estar rodando los

ojos.

—Vale, hablamos luego —ambas cortamos la llamada.

Como la extraño.E

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