CAPÍTULO 10: EL PECADOR REDOBLA EL JUEGO
Eden
Me despierto a la mañana siguiente todavía con el pensamiento de ese cuerpo de dios ruso en mi cerebro. Suspiro e intento sacarme a Dmitry de la cabeza. Este es mi cuarto día oficial aquí y no puedo seguir metiéndome en problemas.
Me pongo mi uniforme y voy directo a la cocina para preparar el desayuno. Alrededor de media hora después ya todo está listo y servido, solo me falta limpiar los platos y es justo lo que estoy haciendo cuando lo veo entrar.
Al gemelo pecador, Nikolai.
Camina con la seguridad arrolladora que parece hacer que el mundo gire a su ritmo. Su camisa está perfectamente ajustada a su cuerpo y el brillo travieso en sus ojos me pone en alerta. No pienso darle la oportunidad de acercarse, no después de lo de anteayer. Así que agarro el trapo con fuerza y, aprovechando que hay otra criada en la cocina, me escabullo lo más discretamente posible.
Salgo al pasillo con el corazón golpeándome contra las costillas. No sé qué demoni