Liliana permaneció durante un buen tiempo en su oficina, viendo los videos grabados por Enzo, donde él mismo le daba información de cómo manejarse frente a sus socios y enemigos declarados. Ver su imagen frente a ella, y no poder abrazarlo le generó una profunda tristeza. Mas, a ratos, esa misma tristeza se transformaba en enojo sólo con ver como su esposo le daba toda aquella explicación como si se tratase del profesor de la facultad de Derecho, enseñándole la pirámide de Kelsen.
Sin embargo, el hecho de que Liliana hubiese estudiado derecho y conociese las leyes, se convertía en una ventaja para ella, pues nadie mejor que un buen abogado para interpretar las leyes a su conveniencia.
En ese instante, se preguntó si Enzo, consciente de las habilidades y conocimientos de ella, consideró que sería perfecta para ese rol o si por el contrario, sólo lo hizo para humillar a su hermano y al resto de su familia. Lo que su guardaespaldas le había contado, abría muchas puertas y cerraba otr