“PokerFest”
ALEX
Voy corriendo a su cuarto, abro la puerta y me le tiro encima, brincándole como una desquiciada.
—¡Despierta Piolín, despierta! —la monto y cacheteo sus brazos, todo en pos de sacarla de su sueño profundo—. ¡Ay, Pía vamos, despiértate!
La sacudo, le tironeo los rizos y entonces sí, de ojos cerrados y medio dormida me da una piña en la frente que me hace rodar en la cama, cayendo a su lado.
—¡No vuelvas a despertarme así, maldita loca! —su voz es sonmolienta, y se frota los párpados mientras intento ordenar mi cerebro en el lugar.
—¡Joder que tienes mano pesada! —me toco la frente con ímpetu—. Ahora me va a salir un chichón.
Frunzo el ceño y cuando el dolor amaina vuelvo al ruedo buscándome tal vez otra piña que me desacomode hasta los dientes.
—¡Ay por Dios no seas jodona, Alex! —lucha devolviéndome los manotazos y sólo al agotarnos la peleadera se termina.
—¡Oye te quiero mostrar algo!
—¡Sí, y apestas a cigarro! —se queja.
Pongo los ojos en blanco y una expresión ser