"SANGRE DE DRAGONES"
Como si una descarga eléctrica hubiera calcinado mis terminaciones nerviosas salto de la cama, quedando de culo contra el piso.
Mis manos están salpicadas de sangre; su sangre y pese a que el vestido es rojo, se puede sentir la viscosa y metalizada humedad de la tela.
—Mátame —lo escucho, mas no lo veo.
No puedo. No quiero.
—Mátame asquerosa... Cobarde.
Mi mente se pone en blanco y me abrazo a las rodillas, soltando el cuchillo que permanece a mi lado, en el suelo.
—Sólo tenías que ser un hombre normal, mostrando una atracción normal por una mujer normal.
Mi cabeza no deja de repetir y cuestionarse qué fue lo que hice.
Pero es que no había margen de decisión. El agobio era muy grande, los daños inmensos y los colaterales aún más.
Tarde o temprano acabaría enterándose del aborto.
Tarde o temprano me llevaría puesta sin un ápice de benevolencia.
Walker nunca me iba a dar el derecho de elegir qué rumbo tomar en mi vida. Para el Diablo sólo había una salida y era, a l