NARRADOR OMNISCIENTE
Lleva más de una década esperando este momento. Más de diez años con recuerdos confusos, dolorosos, traumáticos. Más de diez años siendo el monstruo que nunca quiso ser.
Tanto tiempo, tantas vueltas de reloj, tanta agua ha pasado bajo el puente y aún así, para él hay una fecha que jamás avanzó.
El quiebre fue Baja California.
La fractura fue Max, fue Kelly, fueron los niños arcoiris.
Tuvo entrenamiento, tuvo vocación, tuvo experiencia pero el daño lo hizo pedazos y después de aquella tortura en los calabozos Ciro Walker no volvió a ser el mismo.
Su padre le decía diablillo, pues de crío se la pasaba constantemente haciendo travesuras y picardías.
El diablillo era amable, era atento, era cariñoso y empático.
El diablillo se había enamorado con doce de su vecina y le había llevado un enorme ramo de flores.
Según su progenitor, el diablillo sentaría cabeza antes de lo que él y su padre lo hicieron porque se notaba cuánto amor le tenía Ciro a la vida en familia.
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