Mundo ficciónIniciar sesiónElla se ha sentido atrapada en el pasado de unos padres irresponsables que no han hecho el mínimo esfuerzo para obtener su atención, dejándola en completa soledad. No necesita ser amada ni escuchada, lo único que ella quiere es vengarse de todos aquellos que le hicieron daño. Sin embargo, el mal existe y tiene ojos de demonio. Un hombre bastante atractivo, peligroso y arrogante, que ha llegado para arrebatarle el alma a quien sea con las manos. Aquí nada es lo que parece y con él, nada puede salir como lo esperabas. Ya que te recordará que no has debido firmar un pacto con el diablo. El destino es cruel y a veces te sumerge en una oscuridad de dolor. Pasión, engaños, egoísmos y un desenfreno, te recordará que nunca has debido aceptar, entrar en el infierno de aquel hombre malvado.
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Toda la vida he disfrutado ver la cara de panico que otros poner cuando estoy frente a ellos, temblando al saber que puede ser la ultima vez que vean la luz del día ya que estoy a punto de asesinarlos, acabarlos poco a poco en una tortura infernal. No soy un salvador que viene del cielo, estoy muy lejos de eso. Yo vengo del mismísimo inframundo, donde solo existe la maldad, una real y absoluta.
Tengo las manos manchadas de ese líquido rojo que manchan mi piel y mi apellido. No me apetece ser benevolente con ninguno de mis enemigos, soy quién ha desfigurado los rostros de los que me persiguen y he dejado algunos huesos rotos como recuerdo de mi maldad, para que sepan que no deben burlarse de mí o jugar sucio. Sin embargo, es un mundo de m****a donde la debilidad está a la vuelta de la esquina, es una que te hace perder el control de absolutamente todo, los estribos e incluso te doblega ante situaciones peligrosas convirtiéndote en un pendejo antes las reglas claras que llevas años construyendo.
— No creas que tengo miedo de alguien cómo tú — dice, sin quitarme los ojos de encima — Solo eres un jodido témpano de hielo — aprieta los dientes.
— Si, es lo que soy, encanto — ironizó, burlándome de ella — Y deberías aprender a respetarme, y además a temerme — sus labios tiemblan de puro horror, y eso me encanta — No eres más que una pobre niñita altanera y estupida.
No le gusta lo que digo y forcejea para que la suelte. Tengo la razón, está mujer frente a mí con su aspecto de chica nerd, es mucho más que eso, es más que una simple tonta de gafas y ropa holgada. Aún así, me he comportado de manera bastante estúpida frente a ella, cuando lo que tendría que hacer es volarle la cabeza para que deje de mirarme con esa intensidad, como si realmente pudiera entenderte y es lo que tanto me está molestando.
Está mujer, ha sido la única capaz de hacerme cruzar mis propios límites, de voltear mi mundo de cabeza haciendome perder la cordura de un momento a otro. Y eso, es otra de las cosas que detesto sobre ella.
— Entonces te sugiero que me dejes en paz — se le corta la voz.
— Si supieras que es lo que más deseo, Dalton — me acerco más a ella, de alguna forma es como si quisiera sentir su cuerpo y el mio juntos.
— ¡No eres más que un asesino! — ladra y aprieto la mandíbula.
— ¡Y tú eres una mocosa mentirosa! — replico y ninguno de los dos es capaz de bajar la mirada.Ambos nos desafiamos, esperando que alguno de su brazo a torcer y por supuesto que sí está esperando que sea yo el primero está equivocada. Para su mala suerte soy mucho más fuerte, no tengo ningún tipo de remordimientos baratos, soy más poderoso entre los dos, y un ser malvado. Como ella, no tengo esa estúpida vena de la compasión que tanto refleja su mirada, por algo soy uno de los hombres más temidos de Italia y sus alrededores. Si no quiere darse cuenta de ello, es de muy mala suerte, ya que soy el mismísimo demonio reencarnado, que lucha constantemente contra sí mismo para no terminar por destruirla como debería haberlo hecho. Mi cabeza me grita una y otra vez, me tienta y me jode con las instrucciones claras.
Ha tenido que ver las advertencias, estaban allí frente a ella, puestas sobre una mesa. Jamás he ocultado lo que soy, ella más que nadie sabía perfectamente quien era Azahel Torricelli, desde un principio supo que no le convenía acercarse a mí. Sin embargo, no puso ninguna resistencia, sus limitaciones eran bastas y permitió que acabara con su patética existencia de chica aburrida en un segundo. Aún así, no dio un paso atrás.
— Solo estás convirtiendo esto en una larga y estupida tortura, Torricelli — un gemido de placer sale de sus labios por el morbo que le provoca tenerme cerca.
Desde el primer momento que mis ojos se posaron sobre ella, en aquel club de stripers, supe que la vida iba a cambiarme los planes absolutamente, sobre todo para mis futuras venganzas. Solo que ahora que veo su cara de horror, siento una pequeña satisfacción al saber que no soy el único que tiene problemas involucrado en esto que ambos llevamos por dentro. Tener su cuerpo presionado con el mío, su espalda pegada contra la pared y observar esas lágrimas tan falsas rodar por sus coloradas mejillas, encienden el fuego que hay dentro de mí. Soy consciente de lo que es capaz una mujer como ella, que a pesar de todo lo que ha escuchado prefurio continuar con su tortura, envez de quedarse en casa escuchando los consejos de su amiga, quién tantas veces le advirtio, que sucedería si llegaba a acercarse a mí.
— Una tortura que solamente tú has provocado — acaricio su labio inferior con mi pulgar, haciendo que trague grueso provocandome una sonrisa malevola en el rostro de pura satisfacción, cuando sus encantadores ojos se pierden en el movimiento de mis labios y no sabe, pero ha cometido otro gran error.
— ¿Qué quieres de mí? — pregunta, con un sutil tono a suplica.
— Nena, sabes perfectamente lo que quiero de ti — saboreo su aroma y me inclino un poco más cerca, dejando que mis labios queden a escasos centímetros de su boca.
No voy a negar que está mujer es verdaderamente fascinante y hermosa. Pero, demasiado estúpida al insistir buscar un mundo feliz en un demonio perturbado como lo soy yo, quién tiene garras que destrozan corazones, palabras que no excitan si no hieren acabando con tus tus sentimientos, doy besos de fuego que te hacen arder la piel en solo segundos.
— ¿Mi cuerpo? — se ríe de forma burlona y quisiera carcajearme también en su cara por la desfachatez. No voy a negar que quisiera descubrir lo que se esconde debajo de esa horrible ropa, pero no lo haré, ahora no es lo que necesito de ella.
— Te sugiero que cierres esa linda boca y dejes de decir tanta idiotez — aprieta la mandíbula y sé que le disgusta mi comentario.
— Estás equivocado si crees que me pondré a tus pies, como una de tus esclavas con las que puedes hacer lo que quieras — vocifera desafiante — No soy tu juguete, tampoco una princesa — eleva el mentón y me causa algo de risa que quiera hacerme creer que es mucho más fuerte que yo.
Al contrario de lo que ella puede pensar, me encanta esto de ella, que no se deje doblegar tan fácilmente con mis amenazas, que no me dé cabida para que la trate como una pobre niñita indefensa, si no como una igual que lucha cada día por no ceder a este ser demoniaco.
— El día que logre hacerlo, te pondré de rodillas para que me des una deliciosa mamada — mis palabras son interrumpidas casi de inmediato con una bofetada que me cruza la cara dejándola ardiendo.
Finalmente ha desatado un infierno en mi interior. Ser golpeado por una niñita malcriada, me nubla la mente casi de inmediato que me enceguece. Así que la sujeto de la muñeca con fuerza y aprieto haciéndola chillar de dolor. Estoy hastiado de todo este jueguito inutil entre ella y yo, sin que se lleve su merecido.
— ¡Sueltame, estás lastimando! — chilla, pero no la escucho y la sujeto de las piernas apartándola de la fría pared, para arrojarla sobre la cama.
Ahora mismo sabrá quien es Azahel Torricelli, no soy simplemente un mafioso valvado, le voy a demostrar porque me apodan como el “Diavolo” entre la mafia Italiana.
— ¡Mírame muy bien, niñita estupida! — forcejea para que la suelte, pero mi cuerpo la cubre por completo — Voy a advertirte esto una sola vez…
— ¡No dejaré que ningún bufón me falte el respeto! — patalea — ¡Quiero que me dejes ir! — sus movimientos son erráticos, lo que provoca que el roce de nuestros cuerpos solo me ponga más duro.
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AZAHEL TORRICELLIROMA, ITALIA✧----------------➣— No quiero que le quites los ojos de encima — le ordeno a Lucas.— Como usted diga, señor — asiento y me voy a la sala de estar, donde me espera Louis. No le mentí cuando le dije que estamos en un piso alto, ya que estoy en un penthouse en donde vivo actualmente en Roma, contraté a un médico especialista para que estuviera al pendiente de ella las veinticuatro horas del día. No la quiero débil, necesito esa fortaleza que siempre carga para que hablemos de cosas mucho más importantes. Sobre negocios, por ejemplo. — ¿Cómo sigue la fiera de tu novia? — dice Louis cuando entro al despacho y me peino el cabello con las manos. — La tuve que dormir — digo cortante — Y no es mi novia, así que déjate de estupideces ya. Tengo que comenzar a trabajar en la captura de Salvatore Russo, ese hijo de p3rra es el as3sino de mi madre, lo recuerdo perfectamente y sabe que tenemos una deuda asegurada. Es por eso que desde hace años ha estado peleando
AZAHEL TORRICELLIROMA, ITALIA✧----------------➣— Si eso es lo que deseas — susurro sobre sus labios — Dame el placer de hacerlo con mis propias manos — aprieto un poco más sobre su cuello, quiero asustarla, que entienda que soy peligroso y no un idiota. — Tú no eres capaz de hacerlo — me desafía. — Creo que nadie te ha dicho que no es bueno tentar a un demonio — el bastardo que existe dentro de mí, hace que ella sienta un poco la fricción de nuestros cuerpos. — No te tengo miedo — dice, pero sé que sigue mintiendo. Su voz temblorosa la delata. — Deberías tenerlo, niñata. — ¡No soy una niña! — vuelve a gritarme y en un movimiento rápido y con fuerzas, la llevo a la cama. Unos golpes suenan en la puerta y es su amiga pidiendo que la deje en paz. Me causa risa ya que no la estoy torturando, tampoco le haré lo mismo que ese imbécil, solo quiero que se calle la boca, que deje de echarme en cara una y otra vez lo por lo que pasó y si, puede que no sea la mejor manera de hacerla ent
AZAHEL TORRICELLIROMA, ITALIA✧----------------➣Definitivamente, este jueguito entre nosotros tiene que acabarse, no puedo seguir mostrandome vulnerable frente a la mujer que constantemente me está haciendo flaquear y al mismo tiempo me da pelea haciendo lo que sé le dé la gana. Me alejo de ella con brusquedad sintiendo la necesidad de volver a besarla, ella tiene la respiración acelerada y los labios rojos por el beso de hace un momento. — Es mejor que entremos — mi tono de voz cambia a uno mucho más severo — Y te agradezco, que dejes de chillar como una loca, está noche no tengo paciencia — la agarro del brazo sacandola a empujones de la camioneta. Mi temperamento es un termostato que sube y baja en cualquier momento y si soy un poco sincero conmigo mismo. Me doy cuenta que Emma, está manteniendo a raya mi temperamento hostil y de solo pensarlo se me revuelven los jugos gástricos por dejar que una chica como ella me mangonee simplemente por ser hermosa. No puedo seguir permitien
EMMA DALTONROMA, ITALIA✧----------------➣— Ningún señorita, para sí soy Emma — me enfurezco — No soy la mujer de ninguno de tus esbirros. — No tengo autorizado llamarla como usted diga — definitivamente comienzo a perder la poca paciencia. Parece que no fuéramos a llegar nunca al lugar, y no puedo ver nada ni una sola pista de donde estamos. Ya sé que estamos en Roma, he venido a este lugar, pero nunca he explorado tanto como para saber que es una zona boscosa y no negaré que es un lugar realmente hermoso, incluso en plena oscuridad. — ¿A dónde vamos? — pregunto a Daeris, quién parece tranquila y en silencio — ¿Tú noviecito no te lo dijo? — niega con la cabeza y puedo ver la angustia dibujada en su rostro. Recuesto la cabeza sobre el asiento y simplemente pienso en como huiré de aquí, no puedo seguir permaneciendo en un lugar donde este Azahel, aquella noche fué un error besarnos, y es que no solamente es el beso, es que si hubiera permitido que me siguiera acariciando, ahora m
EMMA DALTONROMA, ITALIA✧----------------➣No puedo creer que se comporte como un animal, ordenandole a sus bestias de hombres que me tomen como si fuera una bolsa de patatas. — ¡No quiero que me toques, idiota! — forcejeo con el hombre que me mete a empujones a la camioneta y entro en panico — ¡Sueltame! — Quedese quieta señorita, puede lastimarse — dice el muy idiota — Si no se comporta, tendré que amarrarla — sigo forcejeando, no me voy a dejar por este idiota. Miro a mi alrededor y Daeris se sube al auto con ese rubio estupido y la ira se arremolina en la boca de mi estómago. — ¡Estupida traidora! — grito y al ver que no me quedo quieta, el hombre decide colocar mis manos detrás de mi espalda y me las ata. — Lo siento, no quiero lastimarla — dice con voz delicada — Pero, estaré manejando y no quiero que me ahorqué mientras lo hago y matarnos señorita. — Me las pagaras muy caro — gruño y me deja sobre el asiento. Las cuerdas no están tan ajustadas, no me lastiman las muñeca
AZAHEL TORRICELLIROMA, ITALIANO QUIERO MÁS PROBLEMAS✧----------------➣El regreso a Italia, se hace en un silencio bastante incómodo. No pienso hablar de lo que sucedió, y ella ahora está dormida debido al sedante que se le puso para que no despertara en medio del viaje haciendo un escándalo. Salir de Moscú, nos ha costado mucho cuadrar la salida en medio de la madrugada. Ahora seguramente comenzara a actuar como si no existiera, que lo que sucedió no fué importante, cuando me dediqué a cuidarla estos días metidos en un lugar que no es cómodo para mí. Por otro lado, he tenido a su amiga reclamando por todo, y solo pienso que es una niñita tonta que debería besarme los j0didos pies por permitir que siga al lado de nosotros. — Parece que no tiene intenciones de agradecerte — suelta Louis, a mi lado. — Me importa una mierda — gruño entre dientes — Ahora no me fastidies con eso, lo que quiero es aterrizar y largarme a descansar — una risita estúpida lo aborda lo que me provoca ahorca





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