⚠️ADVERTENCIA⚠️
EL SIGUIENTE CAPÍTULO CONTIENE LENGUAJE EXPLÍCITO, ESCENAS SEXUALES Y DE VIOLENCIA QUE DEBEN SER LEÍDOS POR MAYORES DE 18 AÑOS. DE LO CONTRARIO DEBES LEER BAJO TU RESPONSABILIDAD.
SIN NADA MÁS QUE AGREGAR, DISFRUTEN.
EMMA DALTON
VENECIA, ITALIA.
CAMUFLAJE
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Siento como la cabeza comienza a darme vueltas replanteando la fatal idea de tener que irme a una fiesta con mi mejor amiga. Primero, porqué no soy una chica que vaya a una de esas, y tampoco me gusta estar rodeada de tantas personas. Sin embargo, me he acostumbrado a eso ya que es difícil no hacerlo cuando se está en el instituto.
— Ya te dije que prefiero no ir a ningún lado — intento nuevamente de que mi amiga comprenda — Así que puedes irte sola.
— Ay por favor, Emm, no seas quejica — me regaña — Esto ya lo hablamos y sabes que necesitas distraerte un poco — dice y sé que tiene mucha razón en que debería salir y dejarme de tonterías.
Le pedí tener un momento de distracción, no es bueno que siga metida en está enorme casa completamente sola.
— ¿Y no podemos ir a otro lugar? Sabes que no me gustan las fiestas — rueda los ojos con fastidio.
— Ya lo sé amiga, pero es que quiero verte con un hermoso vestido y me acompañes — súplica como una niña pequeña, formando un puchero en sus labios lo que me hace reir.
No entiendo cuál es el motivo de su insistencia, por lo general entiende y se va sola, además eso de colocarme un vestido me parece bastante exagerado. No lo haré, no por que se me arrodille. Llamar la atención no es lo mío, en el instituto todos me conocen como la chica nerd y poco agraciada, la que odian por su mal aspecto y quién pasa desapercibida ante las miradas curiosas. Lo que ninguno de ellos sabe, es que detrás de esa mujer con gafas de pasta gruesa, cabizbaja, avergonzada y tartamuda, hay una chica que a muchos no les gustaría conocer.
— ¡Estás completamente loca! — alzo las manos en protesta — No iré a ningún lado y mucho menos con un vestido. ¿Qué te sucede? — abre los ojos fingiendo sorpresa por mi estallido, pero sigue haciendo ese puchero de niña pequeña y no puedo contener la risa por su infantil actitud.
— Tienes razón, es demasiado para ti — entiende al fin — Es solo que deberías ponerte algo menos… — se lleva las manos al mentón de forma pensativa — ¿Aburrido?
— ¿Ahora te burlas de mi forma de vestir? — finjo estar molesta.
— ¡Jamás, amiga eso nunca! — dice de forma teatral burlándose de mí — Ya sé lo sexy que te ves cuando…
— ¡Basta! Iré contigo si te callas la boca — corto sus palabras antes de que pueda comenzar a decir boberias de las que no quiero escuchar.
Se levanta de la cama dando saltitos por toda la habitación. Definitivamente debería replantearme tenerla a ella como mi mejor amiga, está completamente loca, es un descontrol total y no contrasta para nada con la personalidad que tengo, la chica tonta que todos conocen.
— Perfecto, los chicos están por venir, me dijeron que llegarían a las diez — se apresura a decir buscando algún atuendo adecuado para mi — Les dije que nos esperaran hasta que te vieran salir junto a mí
— No lo puedo creer Daeris — me cruzo de brazos y entrecierro los ojos mirándola,, pero se hace la loca — ¿Ya tenías todo planeado, cierto? — se encoje de hombros — Sabías que terminaría cediendo eres increible.
Voy camino a mi armario y la veo sonriendo, es una tramposa. Tengo que conseguir algo que no sea llamativo es capaz de buscarme una blusa transparente que se me vea el ombligo. Resopla a mi lado cuando ve lo que voy sacando del closet y estoy segura que va a protestar.
— Te conozco perfectamente, amiga — suelta — Aunque no seas una chica de fiestas, estarás encantada de estar allí — me vuelvo hacía ella, conozco ese tono y sé que es algo que me interesa.
— ¿A qué te refieres? — se hace la sorda y sigue buscando ropa ajustada — Daeris Rossi, quiero que me digas ahora mismo quién estará allí — se le dibuja una sonrisa en el rostro y me mira con diversión.
— Escuche que alguien que tienes en la mira hace mucho tiempo, estará allí — mis ojos se abren, el corazón me comienza a palpitar frenéticamente y de inmediato se me viene una sola persona a la cabeza. Ahora más que nunca quiero ir a ese lugar y verlo a la cara.
— ¿Te refieres a Cromwell? — pregunto para estar segura.
— ¡Bingo! — su sonrisa se ensancha.
— Hubieras comenzado por allí, amiga querida — la empujo de forma juguetona y comienzo a buscar algo que no sea ni muy ajustado ni revelador, pero tampoco muy sonso para el estilo que llevo siempre.
¡No lo puedo creer! Al fin veré a ese desgraciado de Dylan Cromwell, es todo un dolor de cabeza del pasado, no solo por qué está obsesionado conmigo si no que al parecer con mi padre también. Siempre está buscando la manera de conseguir información sobre los negocios de mi padre, pero siempre le he tendido trampas para que no pueda conseguirla. Así que iré a comprobar si es capaz de meterse en una fiesta de fraternidad llena de adolescentes, solo para intentar contactar con alguien cercano a mí y pueda convencerlo de que se meta en mi sistema.
Voy a presentarme como una chica que ha tenido una vida de infierno, gracias a sus persecuciones, a la niña tonta asustadiza que presenció aquella escena frente a su padre cuando le quitaba la vida a sangre fría a una persona inocente. Esa es la mujer que se encontrará. Desde ese momento me prometí que lo mejor que podía hacer, era seguir actuando como la chica callada que sus padres nunca tomaron en cuenta, unos que estaban totalmente desligados de sus obligaciones como tal. Para él y para todos, seguiré siendo la misma que tomó un avión desde Inglaterra, para venir a vivir a Italia y salir de esos malos recuerdos que me dejó una infancia maltratada.
— Ey, ¿sucede algo? — pregunta Daeris, sacandome de mis pensamientos.
— No todo está super bien.
— Bueno entonces quiero que te coloques esto — me muestra un vestido bastante corto, además que tiene una enorme abertura en toda la parte del pecho y solo la miro con ganas de abofetearla.
— Está muy hermoso pero yo prefiero usar esto — blanquea los ojos y le muestro mi atuendo de está noche y me comienzo a reír cuando veo su cara de asco.
— ¿En qué momento me convertí en tú amiga? — sigue riendose y la sigo — ¿Crees que vas a un convento? Pues no iremos a una fiesta, creo que estás completamente loca.
— Pienso lo mismo de ti — no le hago caso y si, tiene razón, estoy completamente loca, pero por aceptar una invitación como está. No solo por ver al hombre que más odio en este mundo, si no porqué no quiero que nadie se de cuenta que seré yo quién tiene que atraparlo, necesito tener a ese hijo de perra entre mis manos.
A pesar de mi apariencia desaliñada, sé perfectamente cómo defenderme en una situación de persecución, he tomado clases de boxeo, defensa personal y como si fuera poco, estoy involucrada en el mudo ilegal mucho más de lo que me gustaría. Es por ese motivo, que a pesar de dejarme intimidar por los idiotas del instituto, no cualquier idiota puede atacarme así nada más.
— Claro, si quieres me presento como la mujer exótica y exuberante que no soy — rebusco entre mis cosas la toalla para ir a darme una ducha — Si voy a ir, será como yo quiera y ya déjate de dramas.
— ¡Solo estoy molestando, Dalton! — grita y me abraza antes de entrar al cuarto de baño — Ve y ponte la pinta más horrorosa que tengas en este armario, así nadie sabrá quién eres en realidad.
Puedo escucharla al otro lado de la puerta.
— ¡Callate y deja que me duche! — me desnudo y abro el grifo de agua fría.
Puedo escuchar como se carcajea y me contagia. Sin embargo, la sonrisa se me desfigura cuando el agua cae sobre mi, está situación me sobrepasa de todas las formas posibles, llevar una doble vida no es para nada sencillo. No le tengo miedo a ese imbécil, a lo que precisamente le temo es al instinto asesino que muy rara vez sale a flote recordando quién soy y porqué termine siendo la chica tonta frente a todos que se cuida de un montón de estúpidos adolescentes hormonales.
Poco a poco la tensión va disminuyendo de mis músculos y cierro los ojos pensando en mis padres, preguntandome cada vez que mis pensamientos me juegan sucio, lo fácil que fué para mi madre abandonarme siendo una pequeña dedicándose solamente a su esposo. Y por otro lado, un padre que estuvo, solo para mostrarme lo tenebroso que podría ser un ex agente de la policía e informante del narcotráfico y asesino despiadado, pero muy mal jugador.
Nunca hubiera imaginado, que su propia hija heredara esa vena maliciosa, sus mañas, que hoy en día la mantienen fuerte y con vida. Es por eso que está noche será increíble, ya que estoy dispuesta a terminar con esto de una puta vez.
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