Nick O'Brien es un chico de 18 años que no tiene dinero. Mark es un hombre de 36 años y dueño de varias filiales bancarias. Ambos se conocen y Mark le propondrá un trato. A cambio de mantenerlo y darle todo lo que necesite, Nick deberá devolvérselo con lo que él le pida.
Leer más“Pago Rechazado”
En todas las facturas ponía lo mismo. Desplomó el rostro sobre la mesa, lamentándose de su mala suerte. En menos de tres meses se había quedado sin trabajo, no tenía estudios superiores y vivía solo desde hace tiempo.
Volvió a levantar la cabeza y miró las facturas. Agarró una y la observó durante un buen rato. Era la factura del hospital. El tratamiento le vencía y le quedaban pocas hormonas.
-Un mes- se dijo. Le quedaba un mes de hormonas y sin apenas dinero.
Arrugando la factura se puso en pie, caminó hacia la salida del apartamento, agarró su cazadora, el móvil, su cartera y las llaves y salió. Caminaba rumbo al banco. Intentaría convencerles de que le hicieran un préstamo, uno pequeño.
Llegó ante la entrada de la sucursal, tragó saliva y empujó la puerta. No había mucha gente. Sólo vio a una pareja, una mujer mayor y un hombre de traje negro y que le daba la espalda.
Viendo a una de las trabajadoras libre volvió a tragar saliva y se dirigió hacia ella.
-Ho-hola- saludó tímidamente.
La mujer dejó lo que estaba haciendo y le miró.
-Hola ¿Deseas algo?- le preguntó con una amable sonrisa.
Él, afirmando con la cabeza, se aclaró la garganta y respondió:
-Yo…me-me preguntaba si…po-podría pedirles un… pequeño préstamo…no muy grande, solo de unos…¿Dos mil dólares?-
No se dio cuenta que el hombre de negro, disimuladamente, pegó la oreja.
-Bueno, los préstamos solemos darlos de cantidades un poco más elevadas- dijo la mujer sin dejar de sonreír.
-Verá, es que…ya no sé cómo hacerlo…-
El hombre de negro prestaba completa atención a la conversación del chico con la mujer.
-Yo…me-me he quedado en paro…no-no tengo estudios ni nada y…-
La administrativa vio cómo aquel chico dejó ver llamativas lágrimas brotar de sus ojos.
-No…no llores, calma- intentó tranquilizarlo poniéndose en pie y posándole una mano en su brazo -Puedo preguntar si hay alguna forma de conceder un microcrédito-
-¿En serio?- se enjugó las lágrimas el joven.
Ella le dedicó una sonrisa de lo más tierna y comprensiva.
-Sí- contestó -Espera un momento y enseguida vuelvo-
Ésta se fue en busca del director de la sucursal y desapareció tras una puerta. El hombre de negro se movió levemente hacia el chico para dándose media vuelta verle.
-¿Hola?-
El joven giró el rostro…Y se topó con un hombre de cabello negro, orbes verdigrises y barba que le miraba fijamente. Turbado, notó cómo sus mejillas ardieron.
El tipo era realmente atractivo. Bastante más mayor que él pero en absoluto le pareció un viejo.
-Siento ser un grosero pero no he podido evitar oírte decir que te has quedado sin trabajo- dijo el moreno.
-Da…da igual-
La manera en que ese hombre le miraba le intimidaba y atraía a partes iguales. Se sentía cohibido y al mismo tiempo empezó a darle calor. Le echaría la culpa a lo de aún ser virgen.
Aquel hombre no apartaba los ojos de él provocando que un tiovivo apareciera en su estómago.
-Discúlpame de nuevo, me llamo Mark- se presentó el azabache extendiendo una mano pero sin romper el contacto visual con él -Mark Owen-Scott-
El joven miró su mano para después hacerlo al hombre quien esbozando una sutil sonrisa preguntó:
-¿Y tu nombre es? Si es que se me permite saberlo, claro-
Nervioso, el chico respondió tartamudeando:
-Jo-Nick…mi nombre es Nick…O…O’Brian-
Sin esperarlo, Nick notó cómo Mark le agarró la mano con la suya por lo que se le escapó un tenue gritito. Pero lo que de verdad le dejó impresionado fue ver cómo en vez de estrecharle la mano de la manera habitual lo hizo con suavidad. Casi como si le acariciara. Y eso puso aún más de los nervios al joven.
-Aún no ha llegado el director pero me han dicho que no tardará, que estaba en la sucursal tratando un tema de…-
La mujer de antes reapareció ante ellos para quedarse muda y a cuadros al ver las manos de ambos unidas.
Vacilante, miró al moreno quien a su vez lo hizo a ella.
-¡Se-señor S-Scott!- exclamó ella más que sorprendida.
Nick soltó la mano del mayor para observando a uno y otra retroceder.
-Yo…lo-lo siento…-
-¿Por qué pides disculpas?- inquirió Mark.
Nick miró a la mujer para inmediatamente después hacerlo a él.
-Bu-bueno, ella…usted…le-le conoce y supongo que…le estaban esperando…y no quiero molestarle…-
Mark giró la mirada hacia la mujer para seguidamente volver a mirar al joven.
-Por lo que veo sí, me estaban esperando- dijo con tono burlón.
-Lo he… supuesto, disculpe por molestar-
Justo cuando se dio la vuelta para irse, oyó las palabras que menos imaginó:
-El señor Scott es el director general de la sucursal y podrías explicarle tu situación- dijo la mujer.
A Nick casi le da un infarto. Girándose sobre sus pies miró al moreno quien sonriendo de forma pícara apoyaba un brazo en el mostrador.
-Yo-yo…no-no…no tenía ni…i-idea…- titubeó el joven.
Dejando caer su brazo, Mark avanzó hacia él, metió las manos en los bolsillos de su pantalón y dedicándole la sonrisa más traviesa además de atractiva que jamás Nick hubiera visto, le pidió:
-¿Me acompañas hasta mi despacho y me explicas mejor tu situación, Nick?-
Nick miró por el rabillo del ojo a la mujer para enseguida hacerlo al hombre.
-No…no creo que pueda ayudarme…-
-Eso deja que yo lo decida- cortó Mark -Por favor, acompáñame- invitó señalándole el camino hacia su despacho.
Nick se retorció las manos.
-No…no creo que pueda ayudarme- volvió a decir -Aunque me… concedieran un…microcrédito, estoy en el paro y…-
Mark se acercó hasta él. Suavemente posó una mano en su espalda y lo hizo caminar diciendo.
-Ya le buscaremos una solución, Nick-
Y ambos echaron a andar rumbo al despacho del mayor para desaparecer tras la puerta. Ese sería el primer paso para Nick y el cual haría que toda su vida cambiara…
Por completo.
Meses después…-¿Cómo estás?- Liam se miró a sí mismo para seguidamente hacerlo a su cuñado.-Gordo- contestó.Nick se rió por lo bajo mientras seguía picando la verdura.-Yo podría decir lo mismo- dijo.-Tú sigues viéndote bueno- refunfuñó el moreno.Nick puso los ojos en blanco.No.Aún le resultaba un pelín vergonzoso eso de oír decir esas cosas a su ahora cuñado.-Hace una semana que cumplí- añadió el castaño.-A mí aún me quedan unos días- Nick prosiguió con la comida.Sus cuñados almorzarían con él y Mark ese día por capricho de Liam. Ambos oyeron abrirse la puerta para después escuchar:-Nene, ya he llegado-Liam miró con picardía a Nick.-Anda, ve a recibir a tu capullo-Nick rodó los ojos pero dejó el cuchillo a un lado, se limpió las manos y aún pesado cómo se notaba fue a recibir al azabache.-Hola- le saludó con una amplia sonrisa.-Hola
Ese fin de semana…-Dime que no vas a volver a perseguir a tu hermano por todo el salón- Mark se giró al castaño tras ponerse el henley negro.-No--Pufff, menos mal- resopló Nick. -Solo voy a ahogarlo- -¡Mark!- -Me llamo y no abogues por él porque sí no me equivoco por su culpa has estado tres malditas veces a esto de desaparecer de mi lado- apuntó.Nick se cruzó de brazos al mismo tiempo que ladeó la cabeza.-Tú también has sido un poco bastante idiota- -No sé si me gustas más ahora o preferiría que volvieras a ser el otro Nick que entró a mi sucursal hace tiempo--Soy el mismo solo que ahora tengo confianza contigo- -Oomm, así que ese “inocente” y “tímido” Nick era solo una fachada- rezongó Mark mientras se aproximaba a él.-Digamos que…cuando no tengo confianza con las personas soy algo tímido- repuso Nick notando cómo los brazos del moreno le atrapaban por la cintura y se lo atraía
Él también estaba enamorado pero no quería convertirse en una carga en unos cuantos años. No era un jovencito. No tenía veinte años. No sería joven y hermoso eternamente. Y ese era su miedo.Miedo a quedarse solo en cuanto perdiera su atractivo. Miedo a morir solo. Miedo a dormir en la frialdad de su cama. Miedo a…Sin darse por vencido se dirigió hacia las escaleras y a la carrera las bajó. Era un ático pero tenía la esperanza de llegar a tiempo. El corazón le latía a mil por segundo.Iba todo lo rápido que le daban las piernas.De todos los chicos con los que había mantenido esa especie de “relación-acuerdo” Nick había sido el único con quién no la había sentido solo como un acuerdo.“No, no, no te vayas, no te vayas, por favor, por favor”. Rogaba en su interior.Lleg&oac
Nick!- Mark lo siguió escaleras arriba.-¡Nick detente!- ordenó Mark.El joven se aguantaba las lágrimas.-Nick te estoy diciendo que esperes- Nada.El castaño le aventajaba varios pasos por delante hasta que al llegar al dormitorio Mark no se contuvo y le detuvo agarrándole de la muñeca. La otra mano de Nick se estrelló en su mejilla, retumbando por el pasillo.Mark, atónito, soltó su muñeca para mirarle fijamente. A Nick le temblaba el labio inferior debido a su contención por no llorar.-No vuelvas a tocarme- apuntó.De repente Mark lo estampó contra la pared, atrapándolo bajo su cuerpo.-Ahora mismo podría ponerte de cara a la pared, bajarte los pantalones y darte una buena azotaina- susurró sobre sus labios.-¿Por qué, porque acabo de decirte que te quiero?- encaró Nick.Los dos se miraban de manera fulminante.-Ahora me quieres- dijo el moreno -Pero sé, de sobra, que es porque soy jove
-¿Qué ha dicho?-Liam miró a Nick quien se bajaba la camiseta tras haber sido revisado por el médico.-Creo que debí decirle que sí estaba contigo- repuso.Ian, en su carro, miraba a ambos indistintamente con su mordedor en la boca.-Entonces hubiera preguntado que dónde estamos y tú le hubieras dicho que en el hospital y entonces se hubiera puesto loco--Nick conozco a mi hermano y…-La puerta de la consulta les interrumpió entrando por ella el médico con unos papeles en la mano junto con una ecografía.-Bien, el embarazo se está desarrollando como debe ser, los embriones tienen unas medidas normales, no he observado ninguna anomalía…en definitiva, todo va bien- anunció entregándole la ecografía a Nick.Éste, con mano temblorosa, la cogió y la miró. Una sonrisa tonta asomó en
Mantenía la vista clavada en el test que sostenía en la mano. Dos rayitas azules. En la otra mano agarraba el prospecto de información de la prueba.-Em…embarazo- jadeó.Oyó llamar a la puerta del baño para escuchar la voz de Liam.-¿Nick?-Dándose media vuelta caminó hacia ésta y muy despacio abrió. El moreno vio su rostro y que en la mano sostenía la prueba.-¿Qué ha salido?- preguntó bastante nervioso.Nick tragó saliva.-¿Nick?- llamó Liam.El joven no lograba articular palabra alguna hasta que por fin contestó:-Es…estoy…yo…estoy em…embarazado-Liam dio un salto al mismo tiempo que se puso a aplaudir.-¡Ooh Dios mío, eso es…es…enhorabuena!-El moreno abrazó al castaño pero entonces…La expresión de su rostro cambió. Y se retiró rápidamente del pelinegro.-¿Qué te pasa?- se extrañó Liam.-Y…y tu hermano, ¿Cómo… cómo se lo…tomará?- preguntó.Él no había observado tal cosa.
DADDY? Es una novela de género LGBT y escrita por Dylaenne-Hobrien que narra la historia de Nick O'Brien un chico de 18 años pobre que conoce al multimillonario Mark de 36 años. El daddy poderoso y adinerado Mark le propone un trato, pero Nick deberá hacer todo lo que él le pida. La novela DADDY? Cuenta con 36 capítulos, tiene 47 mil visitas y una calificación de 9.8 estrellas. Desde hoy lee la interesante historia de amor e interés de Nick y Mark.
Último capítulo