Mundo de ficçãoIniciar sessão¿Crees que las coincidencias van a tu favor? Pues déjame decirte que para estos dos chicos sí. Ambos han pasado por momentos difíciles, diferentes situaciones que los han puesto en el mismo punto de recurrir al matrimonio. Él, para no perder a los que ama, más allá del beneficio económico. Ella, para no perder todo lo que su familia trabajó años para obtenerlo. Porque ya perdió a dos de las personas que eran y seguirán siendo las más importante para ella y su hermano, sus padres. Creía que ya no estaba para vivir un amor, por todo lo que ha vivido y el golpe doloroso que ahora tendrá que pasar al perder a otra persona que consideraba su segundo padre. Sin embargo, eso puede que cambie, solo tal vez...
Ler maisPov Sol
Les cuento. Hace casi cuatro años mis padres murieron en un accidente de avión, ¿buen inicio para comenzar a contar de mí?, ¿o no? Eso fue lo que casi provocó que tocara fondo al ver que absolutamente todo recargó sobre mí.
Creo que lo mejor es que sepan que lo que leerán aquí no empezará contando una historia feliz, más bien es triste, y espero que no sufras tanto como yo la sufrí al vivirla.
Mi nombre es Sol Smith Williams. Tengo veinticinco años y vivo en Nueva York, sin embargo, nací en Washington.
En un par de semanas ya se cumplen cuatro años desde la muerte de mis padres.
La verdad es que fue muy doloroso perderlos a ambos al mismo tiempo y más doloroso fue al darme cuenta que ya nunca más los vería.
Los días pasaban y el dolor seguía ahí.
Trataba de ser fuerte por Adam, quien es mi hermano de dieciocho años que este año entrará a la universidad, si todo anda bien. Mutuamente nos refugiamos en los brazos del otro.
Lo que pasó con nuestro abuelo fue preocupante, ya que él nunca lloró frente a los demás.
Por las noches lo escuchábamos sollozar en su recámara. Recuerdo que cada noche nos iba a ver a mi cuarto o al de mi hermano, ya que desde que mis padres murieron solemos tener pesadillas y pasamos casi un año durmiendo juntos. A mitad de la noche lo sentía llegar a mi cama y al prender la luz lo veía con lágrimas en sus ojos. Al verlo así de destrozado se me partía el corazón una y otra vez.
Mientras que yo sollozaba en silencio, Adam lloraba sin parar y se aferraba a mí. Decía cuánto extrañaba a mamá y a papá.
Quería que solo fuera una pesadilla, sin embargo, la realidad nos seguía golpeando día a día.
Cuando nos enteramos de que el avión se había perdido, mi abuelo se puso muy mal y tuvimos que llevarlo a la clínica. El doctor dijo que fue tanto el impacto de la noticia que le dio un paro cardiaco.
A decir verdad, tan solo con recordar cómo el abuelo cayó al suelo en medio del salón, siento aquel miedo de también perderlo a él. Sin embargo, gracias a Dios, aún lo tenemos con nosotros.
Luego de que los médicos nos aseguraron tener estable a mi abuelo tuve que correr hacia el aeropuerto.
Desde entonces, el caso de mis padres ha quedado abierto.
No pudimos velar sus cuerpos siquiera, ya que nos dijeron que el avión al estrellarse explotó y no quedó casi nada de ellos, yo creo que eso fue lo que más dolió. El hecho de que ni siquiera pudimos verlos por última vez, el decirles un último adiós o ver que están descansando; solo nos dijeron que si queríamos guardar sus "restos" y eso fue lo único.
Al pasar un año yo seguí estudiando y también ayudando a mi abuelo en la empresa, me mentalice en seguir adelante por ellos y por mi familia que ahora son solo mi abuelo y hermano.
Hablando de él, fue tanto lo que le afectó que decidimos que dejara los estudios por ese año, ya que sus calificaciones bajaron notoriamente y su comportamiento no era el mismo. Había dejado de ser sociable, no hablaba con nadie, comenzó a pelearse continuamente con sus compañeros, se alejó de sus amigos y el único que seguía a su lado fue su mejor amigo Liam; el resto solo le dio la espalda, como muchas veces pasa. Así como no dormía, tampoco se alimentaba bien, al igual que yo.
Esto le afectaba en todos los sentidos y así estuvo durante varios meses.
Me desgasté tanto al intentar sostenerlo, sostener la empresa, sostener mi propia vida y siento que solo lo he logrado porque sé lo importante que era para mis padres todo lo que construyeron juntos.
Recuerdo muchísimas veces dejar mi trabajo de lado e ir por Adam tras el llamado del director. Tal vez hice mal en nunca reclamarle su comportamiento tan altivo y agresivo. Sabía mejor que nadie cómo se sentía.
Sentía rabia, ira e impotencia de que a pesar de todo el dinero que uno tenga, nunca será suficiente para que ellos vuelvan a la vida.
Muchas de las veces que lo iba a buscar terminaba llorando en mi hombro y creía que no iba a ser capaz de soportar esa etapa tan dura, sin embargo, sabía que teníamos que seguir por ellos y porque sé que no les gustaría vernos caer de esa forma.
Luego llegamos al año y medio y todo iba volviendo a ser menos tortuoso en el día a día. Mi abuelo por momentos tiene recaídas y es por eso que siempre trato de estar al pendiente. Adam retomó sus estudios y gracias a mi abuelo pasó el año, aunque se dio cuenta de que al final no todos los que dicen ser tus verdaderos amigos lo son de verdad.
Ahora que ya saben un poco más de mi situación familiar no quiero bajonear de más, luego se irán enterando de los detalles.
Son las ocho cincuenta de la mañana y me encuentro en mi recamara, colocando sobre mi cuerpo una fina bata color blanco para bajar, porque mi estómago pide comida. Me hago un moño todo desaliñado en mi rubio cabello y me dispongo a salir de esta cuando siento que suena mi celular por alguna parte.
Lo busqué y lo encontré debajo de mi cama, ¿Cómo llegó ahí?, realmente no tengo idea, recuerdo haberlo dejado en el velador, pero no sé cómo es que llego ahí. Suspiro al tomarlo y ver que la llamada se corta. Veo el nombre de quien llamaba y dice Jess. Mi mejor amiga. De seguro en unos minutos me volverá a llamar, por lo que ahora sí me encuentro cerrando la puerta y bajando las largas escaleras para ir directo a la cocina en donde me encuentro con Amanda, la cocinera de cincuenta y cinco años, de estatura mediana y cerca de ella está Carolina que es su ayudante, al igual que otras que andan por ahí.
—Buenos días, Amanda, buenos días Caro — les saludo estirando mis huesos.
—Buenos días para usted señorita Sol, ¿Quiere que le sirvamos el desayuno? — pregunta Amanda mirándome.
—Buenos días Sol — me saluda Caro, quien es sobrina de Amanda y tiene solo veintidós años y si se preguntan por qué está aquí y no estudiando como cualquiera de su edad, la respuesta es que sí está estudiando y es Gastronomía, sin embargo, para pagar una carrera es claro que se debe tener el dinero y es por eso por lo que ella trabaja aquí solo los días que no tiene clases.
—Sí, por favor — le respondo a Amanda tomando un vaso — ¿Mi abuelo ha salido? — le pregunto caminando al refrigerador, recordando que no se escuchaba nada de ruido en el segundo piso.
—Su abuelo ha ido a una junta de inversionistas y se quedará a almorzar con el señor Arthur — responde enseguida.
—¿Y mi hermano? — pregunto vaciando el contenido de la jarra de leche en mi vaso.
—Adam hace unos minutos que ya está tomando desayuno junto con Liam — responde al levantar mi mirada hacía ella.
—Bien — digo — Gracias linda — le agradezco cuando cierro la puerta del refrigerador.
—De nada Sol.
Sonriendo levemente me retiro de la cocina hacia el comedor grande.
—Hola mis pequeños diablitos — les saludo entrando y haciendo que sus miradas cayeran sobre mí de inmediato.
—Hola. Sol, ¿No crees que ya estamos grandes para que nos llames así? — saluda y pregunta mi hermano con una sonrisa — Aunque yo solo decía claro — agrega haciendo que tanto Liam como yo riamos.
—Hola solecito y la verdad es que Adam tiene un tanto de razón — saluda y apoya Liam.
—No, hermosa. Claro que sí, no era lo que quería decir. Solo digo que mejor — dice haciendo una mueca al no saber qué más decir. Se acerca más hasta apretujarme entre sus brazos al mantenerme seria y no decir nada. Lo que hace que ría por verle en apuros — ¿Por qué te ríes ahora? — pregunta separándose unos centímetros de mí con su ceño fruncido al no comprender mi cambio.—Solo jugaba — suelto junto a una encogida de hombros y ver su cara sorpresiva y de no creérselo.—Así que jugabas he — juguetea haciendo un poco más de presión en su brazo por lo que nuestros cuerpos más se juntan — No sabía que eras tan buena engañando y debo decir que he sido víctima de tu engaño — admite como si fuera la gran cosa lo que hace que más sonría y ría por sus gestos — Te ves hermosa sonriendo — susurra en mi oído al sacar su brazo derecho de mi cintura y subirla hasta tomar mi mejilla.—Chicos... — escucho la voz de Liam a mi derecha lo que hace que gire mi cabeza por inercia y también Logan — Lo lam
—Por supuesto Señor Timothy. Me encargaré de que llegue lo que ha faltado — le digo asintiendo, aunque no me vea.—Bien. Gracias por llamarme directamente, eso habla muy bien de usted — dice con su voz algo áspera y grave.—Gracias a usted por contestar y comprender — le digo ocultando un sonoro suspiro luego de estar hablando por casi treinta minutos o puede que más. Nos despedimos y cortó la llamada suspirando fuertemente al haber acabado con todos los que tenía que hablar. Son alrededor de las siete de la tarde y seguía sentada sobre el sillón que está delante de la cama.—He pedido que traigan la cena — habla Logan haciendo que voltee de inmediato a su dirección y verlo apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados — ¿Terminaste? — pregunta ladeando su cabeza hasta dejarla reposar en el marco de la puerta.—Sí. Todos entendieron y resultó mejor de lo que esperaba — le respondo colocándome de pie y estirándome un poco, y bostezando a la vez.—Me alegro Linda — dice sonriéndom
Siento que se baja de la cama a lo que yo quito mis manos de mis ojos y abrazo mis rodillas colocando mi cabeza entremedio sintiéndome fatal.Suelto un par de lágrimas más y decido no alarmar más la preocupación de Logan.Le veo entrar nuevamente al cuarto con un vaso de agua.Camina hacia mí y me lo tiende con cuidado de no derramar en las sábanas.—Gracias Logan — le digo al tomar varios sorbos de agua.—¿Te sientes mejor? — pregunta colocándose a mi lado y pasando su brazo por detrás de mí, hasta poner su mano en mi hombro. Dejándola descansar ahí.—Hoy era el aniversario de bodas de mis padres — susurro sintiendo mi corazón encogerse — Cada año al acercarse la fecha de sus muertes suelo tener pesadillas. y en unas semanas se cumplirá un año más desde que ya no están — murmuró suspirando.—No deberías torturarte tanto Linda — aconseja Logan tomando el vaso y quitándolo de mis manos.—La última imagen que vi en papá fue preocupación por mi culpa Logan — admito sintiendo mi cuerpo te
—Pero papá — susurro mirando mis manos más pequeñas junto a la de él — ¿Adam recordará algún día lo que le hizo Marcus? — le pregunto sintiendo cólera cada vez que lo recuerdo. —No lo sé hija — murmuró suspirando — Y lo que le pasó a Adam fue un accidente princesa — vuelve a aclarar. No es la primera vez que me corrige. —Claro que no fue así papá — le digo casi en un exclamó — Marcus lo empujo de las escaleras — recalco — Yo lo vi todo — agregó segura de que presencié toda la horrible escena. —Respeta a Marcus, hija — me riñe con una casi inexistente mueca — Recuerda que es tu tío — —Claro que no lo es — le contradigo enseguida — Me da escalofríos cada vez que vamos a casa de ellos — murmuró estremeciéndome. —Yo siempre estaré ahí para protegerte — dice volviendo a sonreír — Siempre cariño — iba a sonreírle. Pero aquella felicidad se desvanece por completo al pestañear y ver que ya no estoy en el auto y ya no veo a papá. Miro hacia todos lados confundida total hasta caer en cuen
—Este... — piensa quedándose en silencio — Sí, eso — murmura con confusión girando y caminando fuera de la cocina por lo tomó un sorbo de agua y camino sintiendo los pasos de Logan detrás de mí. —¿Por qué tardaron tanto?, tengo hambre — es lo primero que dice Adam cuando nos ve llegar. Por lo que le miro con desaprobación al tener a Emma y a Alan presentes. Recibiendo solo una sonrisa y encogida de hombros de su parte. —No te morirás de hambre si esperas unos minutos más Adam — le riño. —Eso le dije yo antes de ir por ustedes — murmura Liam sentándose al igual que Logan y yo. —Me quedaré Logan — habla Alan haciendo que las miradas caigan en él — Aceptó el empleo para administrar este hotel — agrega junto a un asentimiento. Por lo que ahora todas las miradas van dirigidas a Logan. —Me alegra oír eso amigo. Además, solo está a unas horas de Nueva York a Manhattan — le dice Logan con una sonrisa de satisfacción — Sólo tienes que hacer el traslado de Gloria para que no te cambie de A
—Entraron en sumo silencio mirando a todos lados algo asustados diría — dice sonriendo y soltando una risa — Llegaron hace unas dos horas. Se fueron al cuarto de enfrente al ver que necesitábamos silencio también ——Son algo ruidosos — le digo haciendo una mueca — ¿Traían algo en las manos? — le pregunto sin querer saber.—Se fueron de Shopping sin ti — es lo que dice y entiendo a lo que se refiere.—Ay Adam — susurro mirando el techo.—No te estreses con él. Ya has tenido suficiente por hoy — dice levantando su mano hasta tomar mi mejilla y acariciarla.—¿Qué pasa con la prueba del vestido? — le pregunto al recordar que hoy por la tarde se suponía que vendría Joe.—Le he dicho que venga más tarde. Dentro de una hora y media debería de estar entrando al hotel ——Bien. En tal caso me iré a duchar y Cenamos — le digo dando un pequeño paso hacia atrás para alejarme de él.—Te esperamos en la sala —Asiento y me giro camino a la puerta donde está el closet y baño.Alrededor de unos veinte





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