¿Qué harías si tu jefe te pide que seas tu esposa? Shantelle, es la secretaria del empresario Kendrick Cappelletti, un hombre educado y respetuoso que un día le pide que sea su esposa. Un sueño hecho realidad para Shantelle, una mujer que ha estado enamorada de su jefe por más de un año. — Lo único que te pido son tres cosas: exclusividad, que me cuides y seas la madre de mi hijo — dice Kendrick Cappelletti mirándola seriamente — ¿Qué ha dicho? — Se mi esposa y la madre de mi hijo, señorita Pussi. — pide su jefe dejándola Shantelle paralizada. Su sueño más grande se estaba cumpliendo… un momento, ¿ser la madre de su hijo? ¿desde cuándo Kendrick Cappelletti es padre?
Leer másLimpio mi ropa para lucir impecable. Soy la representación de mi jefe y debo mostrarme perfecta. Después de todo, soy la secretaria de Kendrick Cappelletti, uno de los empresarios más respetados del país.
Lista, subo al trasporte público y me concentró en no ensuciarme o arrugar mi ropa cuando me coloco el impermeable, aunque no está lloviendo. Por fortuna, es este saco grande, con el que todos los días evito que un bebé me pegue su dulce, una persona angustiada por llegar tarde, no derrame su café en mi ropa y un loco en bicicleta lance sobre mi ropa agua del suelo.Aunque esquivo personas corriendo, el saco impermeable me ayuda a no llegar completamente un desastre, aunque muchos me ven como una loca por usar un impermeable con un día tan caluroso en la ciudad.Apenas llego a la empresa, con cuidado, me quito el impermeable y alejándolo lo más que pueda de mí, lo doblo y guardo en su pequeña bolsa. Sonriente e impecable, caminó hacia la cafetería donde comienzo a hacer el café expreso que tanto le gusta a mi jefe.— Buenos días — saludo a la secretaria de presidencia y contaduría— Hoy es un buen día, pero, ¿sabes que lo haría el día el día perfecto? — dice Frella con dramatismo.— Ya lo sé, ser la asistente de mi jefe. — me burlo y las dos chicas me observan con molestia.— Odio no ser tú. Si fuera la secretaria del señor Cappelletti, mis problemas se reducirían a la mitad.— A mí se me desaparecerían. Porque con semejante hombre atractivo, educado y amable, aunque tuviera que ser operada por un tumor, ese tumor desaparecería con solo una sonrisa de él. — dice María— Están locas, chicas.— Loca estas tú, por no seducir a tu jefe. — dice Frella y yo ruego los ojos colocando el café en la bandeja con unas galletas de mantequilla. — Que tengan buenos días, chicas. — digo marchándome.De inmediato, me preparo para recibir a mi jefe, quien abre la puerta suspirando profundo.— Buen día, señorita Pussi, ¿Qué tenemos para hoy? — pregunta y yo le digo la agenda mientras él toma su café.— Eso sería todo.Su teléfono suena con insistencia y él suspira profundo.— ¿Qué hizo ahora? — pregunta mi jefe con voz agotada — ¡¿Qué dijiste?! — grita mi jefe asustándome.Si tuviera que describir a mi jefe, lo haría como una persona calmada, que nada lo perturba y que para cada problema tiene una solución. Pero, su grito y el desespero en su mirada, me hace desconocerlo.Es como si lo que le han dicho por teléfono, fue el final de su vida tranquila, incluso, lucha por colocarse su chaqueta cuando siempre lo ha hecho como todo un experto.Por lo que, corro a ayudarlo mientras él escucha atentamente lo que le dicen y después, corre sin las llaves de su auto o su billetera. Por lo que, corro detrás de él— ¡Señor Cappelletti! — grito corriendo, mientras muestro las llaves y su billetera, para que detenga el ascensor.— Lo siento, tengo prisa. Cancela todas mis reuniones. — dice mi jefe.— Pero, es importante la reunión con los inversionistas.— Estaré ocupado y no puedo delegárselo a alguien más.— ¡Yo puedo hacerlo! ¡Sé todos los detalles de la propuesta, si me lo permite…! — digo y la mirada llena de dudas de mi jefe, hacen que me quede en silencio unos segundos — Lo siento, señor, no debí ser imprudente. Que tenga buen día y pueda resolver su problema.— Espera un momento — dice mi jefe alejando su teléfono de la oreja — Hazlo, señorita Pussi, pero, si es demasiado para ti, puedes decirles que los detalles serán enviados a su correo electrónico y si necesitan alguna aclaración adicional, podemos hacer videoconferencia. — ¡Gracias, señor! ¡Gracias por confiar en mí, le aseguro que no lo decepcionaré! — digo emocionada. — Sé que no vas a decepcionarme. Buena suerte y disculpa por dejarte una carga grande, pero, esto requiere de mi presencia.— Mi trabajo es disminuir su carga, no necesita disculparse, señor.— Gracias, señorita Pussi. — dice mi jefe para después desaparecer porque las puertas del ascensor se cierran.— Mi trabajo es disminuir su carga, no necesita disculparse, señor — se burla Frella.— No molestes, Frella.— Yo si quisiera disminuir algo de él y no me refiero al trabajo en la empresa — dice Frella y yo me marcho hasta mi puesto de trabajo. Porque sé que hacerla entrar en razón es una tarea imposible. Rápidamente, comienzo a prepararme para la presentación. Aunque tengo mucho miedo de arruinarlo, sé que debo demostrar que soy alguien capaz digna secretaria del señor Cappelletti. Por lo que, respiro profundo y realizo los últimos detalles.La presentación ocurre sin problemas, porque dos de los posibles inversionistas, han hablado conmigo anteriormente y al parecer, les he dado una buena impresión. Por lo que, termino la reunión sin algún problema. Cansada, salgo de la oficina, es cuando me doy cuenta de que llueve. Rápidamente, saco el impermeable y camino deleitándome de la lluvia. Sonrió porque el día aunque fue distinto por la ausencia de mi jefe, pude salvar el día. Sonriente, camino e incluso, doy pequeños saltos en los charcos que se forman en el suelo. Sin embargo, por estar concentrada en lo que estaba disfrutando, no me doy cuenta de lo que pasa alrededor, por lo que, tropiezo con un pequeño que de inmediato agarro antes de que caiga al suelo.Mi corazón late frenéticamente, pero, por fortuna, ninguno de los dos nos golpeamos. Su cuerpo, completamente húmedo y frío hace que quiera abrazarlo y protegerlo de la lluvia, por lo que, desabrocho mi impermeable y lo uso como un techo para protegernos de la lluvia.— ¿Estas bien, pequeño? — le pregunto y él asiente — ¿Te he lastimado en algún lado? — pregunto preocupada y él niega. — ¿Puedes hablar? — pregunto y él no hace algún gesto.Preocupada, miro a mi alrededor en busca de su acompañante o padre de familia, pero, las pocas personas que transitan la calle, no se detienen al vernos y mucho menos, se escucha a alguna persona llamando el nombre de alguien.— ¿Dónde están tus padres? — pregunto y él comienza a mover su labio inferior causando que tiemble este — No llores, pequeño. Si estás solo, puedo acompañarte. — digo cuando veo sus ojos nublarse por las lágrimas acumuladas.El pequeño se aferra a mi cuerpo y yo acomodo el impermeable para que no se moje con la lluvia cuando lo cargo. Sabiendo que debo buscar un refugio, miró a todas partes hasta que encuentro un lugar donde podemos refugiarnos un rato.Nunca me había encontrado un niño antes, pero, comprendía que si a alguien se le había perdido, debía buscarlo por la zona donde lo encontré. Por lo que, esperé un tiempo, pero, nadie aparecía.Me estaba cansando y tenía frío, al igual que el niño. Por lo que, haciendo cuentas en mi mente, un valor libre aparece y por ello, caminó unas pocas calles para comprarle ropa al pequeño que tiembla sobre mi pecho. — ¿Qué talla es su hijo? — pregunta la vendedora con profesionalismo.— Oh no, él no es mi hijo, pero… — digo intentando aclarar la confusión, pero, el pequeño me observa como si lo hubiese lastimado. — No sé, ¿puede ayudarme con la talla? — pregunto sintiéndome incómoda porque nunca había estado en una situación así. — Claro, creo saber cuál es su talla. Sígame, por favor a esta sección — dice la mujer y yo intento bajar al pequeño por miedo a caerme por lo mojado que estamos, pero, él se aferra a mi cuello. — Cariño, necesitas bajarte para escoger tu ropa, ¿no quieres escoger tu propia ropa? — pregunto y el pequeño niega.Comprendiendo que no quiere alejarse de mí, escojo ropa abrigadora que seguramente va a dejarme sin comer bien por lo menos una semana. Pero, la elección me hace feliz al ver como el pequeño que temblaba, ya deja de hacerlo.Afuera, sigue lloviendo y por ello, le coloco el impermeable encima de su ropa nueva. Pero, él niega quitándosela al punto de desorganizar su cabello.— Debemos ir a una estación de policía para buscar a tu familia, como aún está lloviendo, lo mejor es que uses el impermeable.— Mamá no me abandones. Seré buen niño — dice el pequeño sorprendiéndome ¿Cómo me su madre? ¿En qué momento me convertí en madre de este niño desconocido?Siete meses despuésDesesperada, intento darle leche a Gabriella, mientras Taddeo lucha con el estilista porque quiere que lo peine yo. El caos de una boda, es más grande cuando hay niños, por lo que, con la gran recepción y mis hijos demandando mi atención, estoy por perder la razón.— Hijo, entonces, prepara todo lo demás y cuando termine con tu hermana, te peino. — digo y eso parece tranquilizarlo.Ya estoy maquillada y vestida, ahora lo que están haciendo mientras amamanto a Gabriella es arreglar mi peinado, para colocar la diadema que mi suegra me regaló para este día.— Disculpen, es momento de salir, — informa la encargada de la fiesta.— Aún faltan unos detalles, esperen un momento, por favor. — digo y la puerta se abre de inmediato.— Señor, no debería ver a su esposa con su vestido de novia, eso es de mala&hellip
Días despuésEl día de cumpleaños, es una fecha que nadie olvida bien sea por buenos o malos recuerdos, pero, yo la había olvidado con tantas cosas que habíamos vivido. Sobre todo, porque duré varios meses inconsciente.Pero, ni siquiera tantas cosas vividas, ha hecho que Kendrick haya olvidado mi cumpleaños, porque en su teléfono hay muchas fotos de mí inconsciente celebrando mi cumpleaños.‘El año pasado fue hospitalizada por la cirugía del tumor y este año, estaba embarazada y con un futuro incierto. Solo espero que el próximo año sea mejor.’ Me digo mentalmente mientras preparo el desayuno de cumpleaños para Kendrick.— ¡Mami, mi padre se despertó! — dice Taddeo quien intentaba entretener a Gabriella, para que no llore.Al tener una bebé pequeña, debo estar pendiente de ella para que no
Los niños ignoran la queja de Taddeo y comienzan a saludar a Gabriella, incluso, las niñas se acercan sonrientes a la pequeña que se muestra tímida y eso solo hace que ellos se emocionen más.— Vámonos, ya es hora de comer. — dice Taddeo empujando a su padre, porque es él quien tiene a Gabriella en sus brazos.— Adiós, niños. Cuídense mucho. — digo despidiéndome.Los niños se despiden de mí mientras sus padres se despiden con una sonrisa. Cuando entro al auto, veo a Taddeo concentrado en la bebé que sonríe por las ocurrencias de su hermano.— Eres linda, pero, no puedes verte linda con los demás y menos si son niños, ¿de acuerdo? — pregunta Taddeo.Kendrick sonríe complacido y yo niego mientras me coloco el cinturón de seguridad. Los cuatro nos marchamos para comer en un restaurante en
Tres meses despuésMe he recuperado mucho de mis heridas. Estoy asistiendo a terapias para poder recuperar un poco mi habla, pero, los resultados aún no se ven. Taddeo, está en la escuela, Kendrick ha retomado su trabajo y mis padres desde ayer, regresaron a la finca para poder continuar con su trabajo.Por lo que, después de tanto tiempo, he quedado con mi hija en casa. Mi bebé, ha crecido mucho y duerme menos, por lo que, no tengo tiempo de estar aburrida cuando ella es bastante juguetona.Sin embargo, se siente la ausencia de mis padres. Pero, me concentro en que es normal que cada uno retome su vida, cuando ya he mejorado mucho y es eso lo que tengo siempre en mi mente, para no sentirme sola.Después de comer con la bebé y supervisar la limpieza de la casa, la bebé se duerme, dejándome sin entretenimiento, por lo que, decido salir aunque sé que a nadie le gustaría si se enteran.
Kendrick, responde a mi beso y yo siento que estoy en el cielo, porque realmente me siento muy feliz con todo el trato que me dan cada miembro de mi familia, en especial, la forma en que Kendrick hace que me sienta feliz de estar a su lado.Aun teme estar conmigo, porque alguien puede hacerme daño, lo sé, porque aunque no me lo dice, cuando duerme eso es lo que dice mientras se queja y llora. Pero, no me preocupo demasiado por eso, porque sé que con ayuda de Gabriella y Taddeo, poco a poco volverá a ser el hombre seguro de su valor.Así que, le doy el tiempo que necesita para sanar, mientras disfrutamos de nuestro tiempo siendo la familia que somos, es con ese pensamiento que continuo el beso, hasta que la bebé comienza a llorar.— Oh, parece que la bebé está molesta porque solo nos hemos concentrado en nosotros. — dice Kendrick y yo sonrío.Los dos miramos a Gabriella y es su padre quien
Yo me siento contenta porque han venido a disculparse, pero, los hombres de mi vida, no se muestran más tranquilos, si no que, se mantienen hostiles frente a ellos. Por lo que, tomo la mano de cada uno de ellos, para que no digan algo de lo que podrían arrepentirse.Kendrick, mira a los ojos y yo le suplico con la mirada, por eso, él suspira profundo e incluso, masajea su frente con su mano libre, como si esto fuera demasiado estresante, así que, dudo que este sea el momento de hablar con ellos.— Fue un error. Queríamos estar con Taddeo, pero, comprendimos que no fue la forma adecuada para decir algo así — dice mi suegro.— No es el momento. Váyanse de la casa, por favor.— Hijo…— Han pasado muchas cosas desde que mi esposa estuvo con nosotros en casa, queremos disfrutar de eso hoy, así que, por favor, váyanse.Kendrick no se atreve a mirar a sus padres
Último capítulo