NARRADOR OMNISCIENTE
No era la primera vez que la vida le ponía pruebas difíciles, pero sí era la más trascendental. Amelie había pasado los últimos meses escondida en un pequeño pueblo, guardando silencio, evitando cualquier rastro que la conectara con los Feldman. Había querido venganza, lo había jurado entre lágrimas, pero con el paso del tiempo esa idea se fue desdibujando como humo que se pierde en el viento. El bebé que llevaba dentro se había convertido en su único motor, en la razón de su nueva existencia.
Mientras tanto, en Feldman, Damián seguía luchando contra sus enemigos y contra sí mismo. Para él, encontrar a Amelie no era una estrategia para recuperar la herencia; era un grito desesperado por recuperar a la mujer que, sin darse cuenta, le había arrebatado la mitad del corazón. Pero de ese lado de la historia, Amelie nada sabía.
—Amiga, ¿estás segura de que no quieres que llamemos a tu madre? —preguntó Soraya, cargando la pañalera al hombro.
—No, amiga —respondió Amelie