Damián Feldman
Dos largos años habían pasado desde todo lo que había sucedido en Feldman Corporated, y la recuperación fue más complicada de lo que parecía, fueron arduos días de trabajo para que la empresa saliera a flote, y muchas situaciones que, afortunadamente, junto a Amelie, pudimos afrontar.
—¿Qué dijeron entonces los contratistas? —Amelie acarició mi espalda, mientras colocaba su mentón sobre mi hombro.
—Que el negocio es todo un éxito, su inversión es segura. ¿Sabes qué quiere decir esto?
Amelie se giró y colocó sus manos sobre los brazos de la silla, mirándome fijamente a los ojos.
—Que Feldman salió adelante, que con esta inversión hemos logrado un gran negocio y ocuparemos uno de los cinco primeros lugares en los negocios más rentables del país.
Le tomé el rostro con las dos manos y la besé, dejando escapar el orgullo que me invadía.
—¡Claro que sí, mi amor! Eso significa… eres una mujer multimillonaria y con uno de los negocios más estables del país.
Ella sonrió con dulz