Capítulo 1510
Martina había tenido episodios en los que no reconoció a la gente: una vez a Luciana y otra a Salvador.

El especialista lo captó enseguida.

—Entonces ya hubo síntomas, ¿cierto?

—Sí —asintió Luciana, seria, y le contó con detalle cómo había sido cada episodio.

El médico escuchó y volvió a asentir.

—No se angustien de más. Empezamos tratamiento y venimos a control puntualmente. Primer paso: contener el tumor.

Le extendió una receta.

—Tómalo una semana y observamos. Si responde, seguimos; si no, cambiamos el esquema.

—De acuerdo. Gracias, doctor.

Al salir del hospital, de camino a casa, Martina propuso:

—Cenemos hoy en mi casa. Mañana es viernes; nos quedamos ahí el fin de semana y así pasas tiempo con Alba.

—Va —aceptó Luciana con una sonrisa.

Marti sentía que le estaba cargando demasiado la mano; que, “por su culpa”, madre e hija no se habían reunido como antes.

—Aunque… no está bien —dudó—. Mejor yo me mudo a mi casa y tú te llevas a Alba…

—Marti —Luciana orilló el auto y se detuvo—. S
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App