—¿Qué quieres decir? —Martina se quedó pasmada.
—¡Te estoy preguntando, contesta nada más! —Lucy se desesperó.
—Creo que fue... el... mes pasado —Martina hizo memoria.
—¡Ay, por Dios! —Lucy no sabía si reír o llorar—. Con la relación que tienen ustedes dos, y con tu regla tan atrasada, ¿de verdad no se te ocurrió nada?
—Yo... —Martina negó con la cabeza, todavía perdida—. Desde que me recuperé, esto ha sido muy irregular.
—Pues tampoco tan irregular —refunfuñó Lucy.
Lucy le lanzó una mirada a Salvador.
—¿Me crees o no? Que esté vomitando así... es por ti.
—¿Eh? —Martina abrió mucho los ojos—. No... no puede ser.
—¿Y por qué no?
Lucy dejó escapar una risita.
—Ustedes los jóvenes sí que no saben nada. Cuando una pareja se quiere de verdad, la que se embaraza es ella, pero al que le dan las náuseas es a él.
Al mismo tiempo los apuró:
—¿Qué hacen todavía aquí parados? Váyanse ya al hospital a hacerse unos estudios.
—Oh... —murmuró Martina.
Fueron al hospital y, cuando salió el resultado, t