—¿Qué están haciendo muchachitos? ¿No me digan que están peleando? —Marina abrió la puerta al escuchar el alboroto, sorprendida al ver a los niños.
Era la primera vez que los hermanos se peleaban.
—¡Tía! —los dos soltaron la ropa al mismo tiempo y respondieron obedientemente.
Marina vio los juguetes regados y señaló a Andi:
—¡Recoge todo ese desorden! El vuelo es mañana en la madrugada. Si no terminas de empacar, me quedo con tus juguetes para jugar yo sola.
Intentó asustarlo para que se apurara.
Pero Andi contestó:
—Tía, ¿no vas a volver con nosotros?
—La tía todavía tiene cosas que hacer aquí. Apenas pueda iré a verlos.
Orión intervino:
—¿Esos "asunticos" son con Ricardo? ¿Tía, no sabes si traerlo a casa o todavía no convences a la abuela? ¿Te vas a tomar un tiempo para pensarlo?
A diferencia de Andi, Orión aún no se acostumbraba a llamarlo "tío".
—¡Dejen de decir bobadas! ¿Qué les pasa mocosos? ¡Apúrense a recoger mejor! Yo me voy a quedar aquí sentada, vigilándolos —Marina abrió bi