Soy Breen Greyson, una sobreviviente. Una mujer que perdió toda dignidad, además de la confianza o cualquier tipo de relación con los hombres. Hace algunos años me ultrajaron de la peor manera y desde esa noche jamás volví a ser yo misma. Sin embargo, me encuentro a punto de conocer a un hombre que cambiara todo mi panorama. Kellen Brennan me robara el aliento y algo más. Algo que pensé ya le había entregado a mi esposo Randy Montgomery. Una lucha de poderes se desatará entre ellos dos, no obstante, una verdad desgarradora me abrirá los ojos ante la verdad.
Leer másADAMObviamente, después de abandonar a Amina, no podía dejar de pensar que cometí la peor tontería de todas. Tal vez, debí haber luchado un poco más contra mi obstinada estupidez, pero aquí me encuentro ahora mismo, derrotado, sumido en la miseria y con una mujer en mente.Misma mujer, que seguro ahora no quiere ni verme en pintura, de eso me encuentro más que seguro. Pero aquello, de alguna u otra manera, tampoco puedo olvidar, por más que lo intente.Y las cosas estaban por ponerse aún peor entre nosotros. Además de sentirme una mierda por haberla dejado de la peor forma posible y de enterarme de quién era en realidad Montgomery, la situación empeoró aún más.Kellen me llamó para darme la peor noticia que llegué a imaginar. Breen se encontraba de vuelta con Chaim, sin en realidad saber a quién se enfrentaba realmente. Y todo empeoraría para todos los involucrados. Por suerte, Madison ayudaría en todo este proceso.El plan que teníamos en mente se fue abajo. No pondría en peligro a
AMINAUna vez que dejé a Breen en el aeropuerto, regresé de inmediato al auto. No quería que Acosta sospechara nada, y por suerte fue así. Llegué justo antes de que la nana y él volvieran.Salí del auto y la abracé con fuerza. Sé que me reprochará por lo que acabo de hacer, pero una vez que le expliqué por qué lo hice, sé que entenderá mis razones y terminará molesta con Kellen.La verdad es que no le deseo ningún mal a mi hermano, pero hay ocasiones, en que suele ser un tanto testarudo, y, de todas maneras, con lo que Breen escuchó, la verdad es que no creo que se sienta a gusto en este sitio y menos con un bebe en camino. No comprendo a mi hermano, según las palabras que escuché de la misma nana, se notaba feliz y diferente para con ella, no entiendo por qué el cambio de actitud.¿Será que se dio cuenta del embarazo de Breen y solo hizo esos comentarios para que ella misma decidiera alejarse? Es tan capaz, que ya no estoy segura de nada.—¿Pero y tú qué haces aquí, niña? — Parecía e
MADISONCuando Taylor, nos encontró infraganti, quería morirme de la vergüenza, por ello decidí que sería mejor ir a la cocina, donde las demás ya nos esperaban. Seguro que iría con el chisme, no es que Roxanne no lo supiera, pero no quería que se enteraran de esa forma.Obviamente, las miradas no se hicieron esperar, sé lo que cada una de ellas se encontraba pensando, así que solo les di por su lado y dejé que su imaginación volara. De todas formas, no pasó nada de lo que esperaba que pasara.Quizá Ashton piense que es muy pronto, pero no me dejaré vencer por ese… cabrón. Por mí, puede irse derechito a la mierda y que la justicia se haga cargo de él. Lo último que esperaba ver y escuchar, era sobre Marc.Como un silencio se había instalado en la cocina, Taylor fue rápidamente a prender el televisor. El primer canal que apareció fue el noticiero matutino. Estaba por cambiarle de canal, cuando el nombre de Marc y el hospital donde fue a parar apareció en la pantalla.En la pantalla, se
ASHTONLas últimas palabras de Adam no son una simple amenaza en contra de Marc, es su sentencia de muerte, no lo dejará vivir, y la verdad es que me importa una mierda. ¿Quién en su sano juicio va a querer una mierda como está entre la sociedad? Obviamente, nadie, así que sinceramente me importa un carajo si sobrevive o no, aunque antes de que cualquiera de esas dos opciones suceda, primero va a sufrir por todo el daño causado.Marc se encontraba en una silla, amarrado de los brazos y los pies, así que Adam llegó y le soltó un puñetazo en su abdomen. Seguro que ahora mismo le falta el aire, pero como este asunto se trata de hacerlo sufrir y hacerle pagar por lo que hizo, pues no le dimos descanso alguno.Un rato después le dije a Adam que era todo suyo, y esa sonrisa, que me genera cierto malestar, apareció de nueva cuenta. Sacó algo de su bolsillo, pero desde mi posición no pude observar bien qué era. Aunque al mirar a Marc y ver su rostro lleno de miedo, me di cuenta de que no era
ASHTONNi yo mismo sabía lo que quería hablar con Madison, lo único que deseaba era tenerla cerca, saber que se encuentra bien y que ese cabrón, hijo de puta, no le causó ningún daño. Cuando entré a la habitación, traté de no acercarme demasiado a ella, aunque había algún tipo de magnetismo que me obligaba a hacerlo. Puede que reaccione mal si me acerco y entre en una crisis, eso es lo último que quiero.Una vez que me confirmó que no logró causarle ningún daño que la perjudicara, el alma regresó a mi cuerpo. Entonces fue cuando no pude contenerme más y la besé, quizá fue algo estúpido de mi parte, porque sé perfectamente que podría rechazarme, pero, no lo hizo, y al parecer le gusto que lo hiciera; sin embargo, como aún es demasiado para ella, pues me aparte rápidamente, aunque mi cuerpo pedía más.Salí de la habitación rápidamente, sin volverla a mirar, y fui directo al bar, antes de hacer una estupidez de la cual, me pueda arrepentir después. Serví el vaso y me tomé el whisky de un
MADISONEsperé a que Ashton dijera las primeras palabras, lo miré y él se encontraba con la cabeza gacha, ni siquiera imagino lo que está pensando, es más, si viene a…—¿Cómo te encuentras? —Supongo que fue lo primero que se le ocurrió para iniciar la conversación.—Mejor de lo que esperé hacerlo —su mirada se notaba vacía y con una pizca de odio.—Él… —Guardó silencio, sé a lo que se refería, así que…—No, gracias por llegar a tiempo y ayudarme, o no sé qué es lo que habría sido de mí, seguro para este momento…—Ni siquiera se te ocurra pensarlo —en ese momento se acercó para abrazarme, y yo no me pude negar. Como al principio, cuando se quedó en la habitación, no sentí ningún tipo de miedo.Nos quedamos por algunos cuantos minutos así, abrazados, con nuestras respiraciones acompasadas y el corazón latiendo como uno solo, sin decir una sola palabra.—Eres una mujer hermosa, Madison, no te merecías nada de lo que estuvo a punto de pasarte, pero creo que te servirá de lección, para que
Último capítulo