23. LOS DOS HOMBRES DE VERÓNICA.

Había un sonido que no dejaba a Alexander. Estaba por primera vez tan conforme de seguir dormido, que ni siquiera intentaba abrir los ojos cuando sintió el calor de sol.

La luz solar ya había subido y escalado por la ventana. El calor comenzaba a ir en incremento. La vibración de su celular no dejaba de sonar h abrió los ojos de golpe.

Alexander se encontraba desnudo. Además se encontraba solo. Por un momento le dió pánico que Verónica hubiese huido o desaparecido, pero observó sus cosas aún en su lugar. Se encontraba solo en su habitación.

Tomó su celular del piso, respondiendo las intensas llamadas de Jorge;

— ¡Señor! —exclamó con gozo— Pensé que lo habían secuestrado. ¿Por qué no llegó a la reunión? Nadie sabía dónde estaba, hasta he tenido que llamar a su esposa.

— ¿Llamaste a Verónica? —preguntó con una sonrisa en su rostro— ¿Qué te dijo?

— Que seguramente por su edad se había quedado dormido, que lo vió muy agotado físicamente anoche —dijo Jorge sin entender la
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP