16. DIANA SE ENTERA
Mikkel Bennet está en el salón de su ático, caminando de un lado a otro como un león enjaulado.
El teléfono está pegado a su mano, y no deja de mirar la pantalla, esperando una llamada de Verónica.
Han pasado horas desde que Dom fue dado por desaparecido, y el silencio de los Dixon es un martirio para él.
—¿Por qué no llaman? ¡Alexander y Verónica deben estar volviéndose locos, y no me dicen nada de nada! —se queja Mikkel, su voz es un susurro de preocupación sincera.
—Mi mejor amigo ha desaparecido sin dejar rastro, y yo aquí, sin poder hacer nada por su vida.
Él sabe que Dom siempre se mete en problemas tontos, pero esta vez, es diferente, es un problema grave.
Diana Benson sale de la habitación, vestida con un robe de seda, y su rostro es de una preocupación falsa.
Ella se acerca a Mikkel, y toca su hombro con una ternura que él sabe que no siente en su alma.
—Amor, ¿qué sucede? Llevas toda la noche en vela, y no me has dicho nada de lo que te pasa —pregunta Diana con una g